«El año pasado me bañé con el agua más caliente que en Vigo»

VIGO CIUDAD

ELLOS VERANEAN EN UNA ISLA. Celestino Pardellas fue para 15 días y se quedó cuatro meses. Así comenzó el idilio de más de 40 años de este pontevedrés con Ons. «Seguirei indo mentres poida», asegura.

29 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Otro de los que no fallan cada año en Cíes es Antonio Vila. Siempre va con su mujer, María José, y su hijo, Rodrigo. Toni ya iba a Cíes cuando era joven, pero hace unos cinco años se acercaron en un puente para desconectar unos días: «Lo cierto es que el niño disfrutó tanto y nosotros nos lo pasamos tan bien que ya repetimos. Fíjate que en todos los años que hemos ido nunca ha hecho buen tiempo y, aun así, desconectas de tal manera que te apetece volver siempre», explica este comercial con alma y vocación de escritor.

Les gusta tanto ir que la única semana del verano que tienen libre se la pasan allí: «Mi mujer es muy madraza y le gusta tener siempre al niño controlado y en Cíes se encuentra con que no lo ve desde la mañana hasta la noche. Se va a la finca del cámping, donde organizan actividades con las monitoras, que son geniales, y están entretenidos todo el día. Lo rescatas para ir a comer y ya se te vuelve a escapar con sus amiguetes. Lo pasan genial», asegura Toni, que también reconoce que para ellos es una tranquilidad saber que su hijo está bien y disfrutando.

Así llevan cinco años y, aunque a veces surge la idea de ir a otro sitio, siempre acaban en Cíes: «Nos aporta tranquilidad, sobre todo, relax. No hay ruido de coches. Solo eso ya es un mundo. Estás a tu aire. No dependes de horarios. Y eso te relaja». Además, también hace una labor de desintoxicación de móviles y no los encienden en todo el día: «Solo llevamos el móvil de mi mujer y lo encendemos por la noche para ver si sucedió algo, pero durante el día no existe», añade.

Y hace una auténtica revelación: «El año pasado me bañé con el agua más caliente que en Vigo. Es un poco tópico lo de que el agua está fría. Hay días que sí, pero otros, no tanto. Aparte ninguno de nosotros somos de los que echamos tres horas dentro del agua», así que para ellos la temperatura del mar no es un problema. A Toni le cuesta elegir un momento especial en Cíes: «Quizás, el primer día que vas a la playa y vas a la nudista y te tiras allí. O cuando te levantas en contacto con la naturaleza. Soy de los que madrugan mucho y me levanto cuando todo el mundo está dormido. Y la sensación es distinta porque no hay ningún ruido, solo los de la naturaleza», asegura.