Voluntad de hierro, piernas de pura sangre

Xosé R. Castro FONDO NORTE

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

30 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un atropello del camión del Concello de Vigo cuando entrenaba en Castrelos a las puertas de los Juegos Olímpicos de Sídney; la muerte súbita de su inseparable amigo, el maratoniano Diego García; los avatares de la vida.... Alejandro Gómez lo ha superado todo y ahora se enfrenta a un cáncer inoperable con entereza. Cuidando su físico y su mente y manteniendo todo aquello que le hace feliz. Especialmente su contacto con sus jugadoras del fútbol femenino.

Es el resumen de un luchador, de un pura sangre que de la mano de Julio Rodríguez, su entrenador de casi toda la vida, llevó al atletismo gallego a los más altos registros. Un atleta de una calidad exquisita, nacido para correr y con una voluntad de hierro que le hizo superar obstáculos inimaginables en el siglo XXI.

Aunque él no lo reconozca, el Galgo de Zamáns es un referente para el atletismo gallego, leyenda viva en compañía de Julia Vaquero de una época en donde un ciudadano del último país verde de Europa podía mirar a los ojos y codearse con la armada africana. En la pista, en el asfalto y en el cros.

Porque Alejandro es el paradigma de un deportistas de una disciplina agonística. Siempre al límite, exprimiendo la última gota de fuerza, de sudor y de vida.

Desde que le diagnosticaron el tumor cerebral inoperable, el atleta vigués ha dado muestras de su espíritu desde el primer día. Para asumir la enfermedad, para aplicarse en el tratamiento y para vivir intensamente cada minuto de su existencia. Rodeado de Paula, su esposa a la carrera (se casaron tras conocer el diagnóstico), y de sus perros. Unos cuantos más de una familia que se expande por toda la Galicia atlética.