Este Vigo ya se empieza a parecer al de antes

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La nueva normalidad llega con A Pedra a tope, barcos a Cíes llenos y Vialia a rebosar

12 oct 2021 . Actualizado a las 01:20 h.

La densa niebla de ayer no empañó la alegría que vivieron A Pedra y los puestos de las ostras en la primera jornada de la nueva normalidad en Vigo. En el inicio de la postpandemia sonó la música: en la plaza de Vialia hubo danza, en el FNAC sonó un concierto de Rosa Cedrón con público de pie y el festival Underfest se repartió por diversos escenarios. Los restaurantes y marisquerías de la zona más turística de la ciudad rebosaban al mediodía de comensales, sin mesas anuladas con cruces, y las tiendas de souvenirs atendieron a forasteros llegados de pueblos de Castilla- La Mancha, Sevilla o Extremadura. Muchos hacían su primer tour después del confinamiento. Los barcos a las islas Cíes llenaron las 450 plazas del cupo diario y las últimas reservas para el martes se agotaron.

Fue un día con neblina pero lleno la afluencia de público recordó al Vigo de los viejos tiempos de la prepandemia, con autocares en O Berbés que descargaban grupos excursionistas y cruceros gigantes. Al turismo tradicional, se sumaron los peregrinos del Camino Portugués por la Costa. El mes pasado entraron por Vigo 1.681 romeros (solo 150 menos que en agosto).

En la plaza de la Constitución, una veintena de viajeros, «todos de fuera», seguían atentos las explicaciones de un free-tour. Al lado, cuatro viajeras escuchaban a una guía oficial. El lleno que vivió ayer el centro de Vigo tiene su explicación: por un lado, como apunta una vendedora de souvenirs de A Pedra, este año ayuda el tirón del Xacobeo 2021. A mayores, ayer entró en vigor la nueva normalidad, que libera los aforos en comercios y bares. Y, por último, agencias de otras provincias organizaron excursiones para un puente de cuatro días.

«Estamos ó principio da Ponte e é o esperado, a Ponte mete a moita xente, teñen moitas gañas de saír», dice el jefe de Fernando Ostras, en A Pedra, sin una mesa libre. Un dependiente añade: «Hoy es de los días con más gente y eso que julio y agosto fueron muy buenos». En ese momento pasa un turista y el vendedor vocea: «Miren qué género». El excursionista ojea: «Buena pinta».

María Rodríguez, del bazar Guay, también está contenta. «Vienen excursiones del Inserso, grupos nacionales, no había visto tanto como hoy. Es el primer día de normalidad en mucho tiempo, basta con mirar cómo están los restaurantes, es una pasada, esto da gusto porque si hay gente, hay para todos. El Año Santo ayuda», dice la comerciante.

Javier es un organizador de excursiones manchego del pueblo de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, que se apuntó con su esposa a un viaje con 31 personas a través de una agencia modesta. «Hacemos tres viajes al año, como mínimo vamos una vez a Galicia y este año vinimos tres porque el 2020 fue un año perdido. Vigo tiene 300.000 habitantes y suele gustar», dice el organizador del tour.

Los grupos de excursionistas deambulan por las escaleras de A Pedra, cuyo mercado reabrirá en breve, preguntando: «¿A dónde vamos, para arriba o para abajo?». Alguien apunta: «Al centro comercial», en referencia al de A Laxe. En un banco descansan decenas de viajeros del pueblo de Carmona, en Sevilla. «Es la primera vez que hacemos un viaje tan largo después de la pandemia. Viajamos una semana por toda Galicia, pasamos nuestro último día en Vigo y salimos en avión». Lamentan la niebla en la ría: «No nos dejó ver las vistas».

María Moledo, coordinadora comercial de Mar de Ons, explica que los viajes a Cíes «se llenó todo el Puente, los barcos salen llenos. La niebla no influye porque gente sabe en qué condiciones va en esta época, es para hacer ruta y de visita guiada y conocer la otra cara de la isla, más allá del turismo de sol y playa».

El comercio de la calle del Príncipe también registró una gran afluencia de público desde primera hora de la tarde, con el tránsito de 40 personas por minuto en un tramo. En el centro comercial Vialia, a las 17.00 horas, en la planta primera, llegaron a caminar por el pasillo 55 personas por minuto y hasta 140 en el segundo piso. En total, flujos de 200 visitantes cada 60 segundos en el complejo intermodal y hasta 30 entrando a la vez en la plaza Food Court de los multicines. Algunas escaleras mecánicas llevaban a 40 personas por tanda. La afluencia fue tal que una cadena de moda irlandesa restringió el paso de clientes para controlar el exceso de aforo y se formaron largas colas, lo mismo que Starbucks.