¿Para qué luchar por un trabajo digno si nos dan un sueldo mínimo vital?

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Maneras de vivir

¿Qué queda de la garra humana, el espíritu de superación y de la rebeldía ante las injusticias? ¿Para qué luchar por un trabajo digno si nos dan un sueldo mínimo vital? La realidad es que esta mentalidad acomodada e interesada evita progresar en los avances sociales: trabajos más estables, mejores salarios y menos bocas agradecidas.

La vida es aquella realidad que nosotros forjamos al abrirnos camino, con las herramientas de que disponemos, de la manera más provechosa posible. Somos fruto de la evolución revolucionaria de generaciones postreras, y tenemos que sacrificar este espejismo de bienestar por una revolución social que les permita dar un paso al frente sólido y consolidado.

Nuestros hijos viven con la frustración y la desesperación de un presente sin futuro. Las expectativas son poco halagüeñas, pero nos queda la esperanza de saber que el hombre es capaz de lo más atroz, pero también de lo más maravilloso. Óscar Castillo Fernández. Ourense.

Vigo, sin flechas amarillas

Están pasando muchos peregrinos por nuestra ciudad, pese a que el alcalde dice que «no hay peregrinos en Vigo». Mi intención es que los vigueses sepan por dónde va el Camino y así, con la amabilidad que nos caracteriza, poder orientar a algún peregrino que ande perdido por nuestras calles.

Los peregrinos entran en nuestro ayuntamiento desde Nigrán, con dos opciones: desde A Ramallosa o siguiendo la línea de costa por Panxón a Samil y al Berbés. Después de disfrutar y pernoctar en el albergue de peregrinos, toca al día siguiente ir a Redondela. El peregrino puede ir por Urzaiz a la peatonal del Calvario, y desde allí las flechas amarillas le llevan a la Vía del Agua. Desde la avenida Sanjurjo Badía van a dar a la avenida de Galicia, para continuar por el Camiño das Laxes y tomar la Vía del Agua.Pronto tendremos otra opción, que evita las calles y su tráfico, cuando esté acabada la Vía Verde, que desde Vialia los puede llevar a la estación de Chapela y desde allí al Alto de la Encarnación.

No es mi intención decir cuál es el que tienen que seguir, sé que otros comentarán otras opciones, pero por lo menos muchos vigueses, que no lo sabían, ya pueden indicar la dirección. Y no intenten explicar que Vigo sea la única ciudad del Camino de Santiago sin marca, porque eso no lo entiende nadie. J. Ramón Varela Nogueiras. Madrid.

Sanfermines, ¿crisol de héroes?

Resulta absurdo el eco de este cruel evento, que perpetúa el maltrato animal. Lo más incomprensible, son las entrevistas a corredores, como si fueran aguerridos gladiadores, cuando en realidad son individuos que se divierten trotando delante de un animal aterrado y desorientado que ha sido trasladado a un extraño entorno urbano, donde anida un intenso vocerío.

Allí recibe golpes, tirones de rabo y patadas, sin saber que esa misma tarde acabará siendo cruelmente torturado e inmolado en el ruedo para jolgorio del gentío. No son héroes, sino individuos que se entretienen con el dolor ajeno. Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid.

Hablemos de educación

Hace unos días se quejaba una profesora porque, en el ultimo día de clase, los padres de sus alumnos ni siquiera la saludaban. Hubo una réplica tachando a la maestra de señora feudal que exigía pleitesía. La profesora solo añoraba un poquito de educación, pero las buenas actitudes han pasado a la historia. Si quien escribió la réplica es un progenitor, malos tiempos se avecinan. Y empieza a extrañarme menos lo del fracaso escolar, el incremento del machismo en las aulas o las faltas de respeto que se ven por la calle. Si el o la replicante no es un padre, solo hay una respuesta: hay resentimiento social. Lauren C. Muñoz.