«Alertamos hace cuatro años de que allí metían productos tóxicos sin permiso»

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los vecinos del almacén del punto limpio de O Caramuxo que ardió se quejan de que «un polvillo de óxido flota en el aire, las gaviotas cogen las vendas sanitarias»

19 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos cercanos al almacén del Punto Limpio de O Caramuxo, que ardió el domingo en Vigo, aseguran que hace cuatro años alertaron al Concello de que la empresa, supuestamente, introducía allí productos tóxicos sin tener licencia municipal para ello. El punto limpio está gestionado por Ecogalia, una empresa del grupo Toysal. Según miembros de la asociación vecinal del barrio, la Xerencia de Urbanismo del Concello de Vigo solo había otorgado licencia en el 2012 para abrir una nave para almacenar escombros de obra y otros restos, pero no para la acumulación de productos tóxicos, para lo cual tendrían que haber obtenido un permiso de ampliación de las actividades. Hace una década, la asociación del barrio ya se había opuesto a la licencia de apertura pero en mayo del 2012, la Xerencia de Urbanismo desestimó la petición vecinal. Más tarde, alertaron nuevamente tras detectar la presencia de productos tóxicos, caso sobre el que dicen que está parado.

El vecino Enrique Fernández, que reside en las proximidades, recuerda cómo protestaron sin éxito contra lo que veían como una extralimitación de la licencia: «Estaban metiendo productos tóxicos desde hace cuatro años. Llevaban material de hospitales, las gaviotas cogían los vendajes y los tiraban». «La apertura era para una cosa y desde hace cuatro años traen mercancías peligrosas, lo denunciamos y el caso está en el aire, pero ellos lo hacen igualmente. Esta es una industria peligrosa y contaminante que no debería tener viviendas cerca», dijo.

El afectado se queja de que en las instalaciones flota polvillo de óxido de los barcos: «Se le echa agua y no se moja, se queda suspendido en el aire. Eso vuela y se lo lleva el aire». Los vecinos notan el polvillo cuando viene aire del norte: «Sale del almacén y entra por la ventana, nos pusieron pequeñas protecciones».

Fernández señala que en las instalaciones del punto limpio almacenaban gomas, plásticos o papel, entre otras cosas. También se queja de los olores que «no hay quien aguante», además de la presencia de gaviotas y ratas.

«Es normal que se encienda fuego si acumulas papel, una chispa llega. Este incendio se podía haber producido ahora o dentro de un año porque es lo que pasa en otros muchos puntos limpios de España. A Vigo le salvó que ayer lloviese, si llega a ser un día de calor extremo o viene el viento en contra, nos come, parecía un infierno, con las llamas hasta el techo, tenía bombonas en casa y me asusté», dice.

Los bomberos, en mínimos: «Con gente suficiente, estaría apagado en 5 horas»

La Policía Científica buscaba ayer entre los rescoldos respuestas al origen del incendio que destruyó el punto limpio. Los bomberos aportan una pista: el fuego comenzó en la parte central de la nave, en medio de una montaña de residuos. Ellos estaban en mínimos y ayer lanzaron reproches al Concello. Todos los bomberos del parque de Coruxo y Teis, los nueve de Vigo que estaban de guardia, acudieron al incendio. Usaron 30 millones de litros de agua para sofocar las llamas. Vertieron entre 30 y 40 cubas a lo largo de la noche, algunas de las cuales fueron transportadas desde otros ayuntamientos.

Los bomberos sitúan el origen de las llamas en la zona de almacenaje donde estaba apilada la montaña de residuos para reciclar. «El incendio se resume así: el propietario perdió su fábrica y los bomberos no tuvimos personal y pedimos ayuda a Mos y Val Miñor. Si dependiese solo de nosotros, se iba todo al garete y se propagaba a las naves exteriores. Con personal suficiente, habríamos terminado de apagarlo en cinco horas», dijeron fuentes del servicio.

La Comisión de Bomberos solicitó al Concello de Vigo que «deixe de xogar aos dados» con la seguridad de los ciudadanos y de los bomberos y ejecute las ofertas de empleo pendientes, desde el 2020 al 2022, para que el servicio salga de la precariedad.

La comisión calificó de «desastrosa» la gestión del Concello para resolver los «problemas de déficit de personal». Señalan que el domingo solo contaba con 15 efectivos por debajo de los 20 estipulados por la corporación. De ahí que pidieran el apoyo de Mos y O Val Miñor, así como cisternas de la Xunta.