El hombre con nombre de guía

YES

ANGEL MANSO

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Duda unos segundos. Pero enseguida da su opinión. «Si hablamos de Galicia me quedo con Dominio de Bibei en tintos y con Rafael Palacios en blancos. Siempre me interesaron las novedades», afirma el leonés José Peñín, el de la guía. «Primero fue el hombre y después el objeto», comenta sonriente este pionero del mundo del vino que asegura que «Parker cata menos que yo en su guía». «Cierto que ya tengo 74 años y cuento con un equipo de gente joven que sigue mis directrices. Pero me siguen interesando cosas como los vinos de terruño de Valdeorras y Ribeira Sacra. En muchos países me preguntan por estos tintos. Y eso que yo era de los que pensaba que por razones climáticas en Galicia no se podrían hacer buenos tintos. Pero al no hacer ni demasiado frío ni demasiado calor, la maduración de la uva es más lenta y le favorece. Entre los albariños no hay grandes puntas, entre el más puntuado y el menos tan solo hay cuatro puntos de diferencia», comenta José Peñín, que esta semana vino a Galicia invitado por la Asociación de Sumilleres Gallaecia, de la que fue nombrado socio de honor. «Fui la primera persona que seleccionó sumilleres españoles, entonces somelieres, para una prueba internacional. Ganaron los franceses y nosotros quedamos de penúltimos. Mucho cambiaron las cosas desde entonces», recuerda.

IMAGEN DE LA EMPRESA

Sigue viajando por todo el mundo. Lo reclaman en todas las ferias. Lo quieren ver en Tokio y en Nueva York. Pero confiesa que es un «hombre-imagen. En el 2005 vendí la empresa y me quedé con una participación que ahora ya no tengo. Estaba claro que la empresa sin mi nombre era absurdo, así que sigo estando como elemento de imagen. La gente quiere verte y tocarte», confiesa el entrañable hombre con nombre de guía. «La puntuación de un vino es una aproximación para que el comprador decida», aclara.

UNA CENA CON CINCO VINOS Y UN ACEITE

Fue un lujo. Medio centenar de personas tuvimos la fortuna de disfrutar de una cena maridaje en el hotel Plaza de A Coruña. Digo un lujo porque se encargó del menú el chef con estrella Michelin Luis Veira y de los vinos Marqués de Griñón. Entre los asistentes estaba el enólogo de esta bodega con sede en Toledo, Julio Mourelle, que se da la casualidad de que es gallego. Tuve la suerte de estar sentado en la mesa de su padre, el pediatra coruñés ya jubilado Julio López Roibal. «Este plato está exquisito, y yo de caza sé mucho», comentó dando muestras de que el paladar del hijo viene del padre. Efectivamente, el paté de caza con alcachofas fritas y Pedro Ximénez estaba extraordinario. También triunfó la paletilla de cordero lechal con guiso de tendones o el espectacular morrillo de atún con crema de garbanzos. El primer plato, unas almejas en salsa verde de plancton, que fue lo más flojo de la noche, lo maridaron con Marqués de Griñón Verdejo del 2016. A partir de ahí tintos como el Summa Varietalis 2013, el Dominio de Valdepusa Syrah 2014, el imponente Graciano del 2013 o el sugerente Emeritus 2011, el más alto de la gama. En la mesa hubo división de opiniones. Faltó un José Peñín para guiarnos. En lo que todos estuvimos de acuerdo es que el aceite Oleum Artis es para darle la máxima puntuación en cualquier guía.