2 litros, ¿pero cómo?

YES

CentralITAlliance

IMPRESCINDIBLE, PERO TAMPOCO TE PASES No es necesario ir con la botella de agua en la mano constantemente. Como en casi todo: es cuestión de «cabeciña». Bebe agua a lo largo de todo el día, no ingieras litros en determinados momentos. Y recuerda: no existe el cóctel milagroso.

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

 Di sí al agua. Pero sobre todo: di no a los mitos. El agua es esencial para nuestra salud, pero en ningún caso mágica. ¿Quién no ha escuchado o leído en algunos blogs eso de que el agua con limón es la fórmula total, que beber agua con las comidas engorda o que hay que beber una enorme cantidad en ayunas?

 El agua es esencial para nuestra salud. Es vital para nuestras funciones celulares y metabólicas. Por ejemplo, si el riñón no tiene agua, se nos puede parar. «Las estadísticas dicen que el 70 % de la población tiene algún grado de deshidratación. Eso sí, leve. Siempre le digo a los pacientes que hay que beber. Simplemente. Sin una cantidad concreta», explica el doctor Manuel Viso. La cantidad de la que siempre nos hablan los médicos está entre litro y medio y dos litros. Y no solo tienen que ser de agua. «La OMS ha hecho la pirámide de la hidratación. Es la pirámide de los líquidos. Abajo está el agua, pero al lado están las infusiones, sopas de verduras o caldos». También las frutas. Una pieza puede tener un 70 % de agua. El doctor Viso nos recomienda las mandarinas, que «tienen un 90 por ciento». «Si tomamos caldos, infusiones, sopas y cremas de verduras o frutas, además de tomar agua, estamos ingiriendo más vegetales».

¿Qué líquidos están en el capítulo del ‘nunca’? El alcohol, los zumos industriales o los refrescos.

La norma de los dos litros no vale para todos. Hay personas que tienen restringido el consumo. «Son pacientes con problemas renales o cardíacos. Si bombean mal la sangre, podemos meterlos en insuficiencia. El exceso de agua produce una disolución del sodio. En casos exagerados podemos llegar a un edema cerebral», explica Manuel Viso.

El consumo de agua también depende de nuestro modo de vida: es normal beber más si hace mucho calor o si hemos realizado un gran esfuerzo físico. También beber mucho menos si el día está muy húmedo. Eso sí, si hay una fórmula mágica de la hidratación, es ir bebiendo a lo largo del día.

Beber mucho líquido en ayunas no tiene evidencia científica. «Tampoco beber el agua templada, pero si hay a quien le sienta mejor, pues no hay problema. El agua con limón tampoco es mágica. Es agua y limón, punto. Lo bueno es que tiene más vitamina A, C y potasio. Y, sobre todo, el agua no engorda en ninguna circunstancia. Tiene cero calorías», insiste Manuel Viso.

Eso sí, en lo que coinciden los expertos es en que es una buena aliada de las dietas.

EFECTO SACIANTE

«Beber agua puede servir para llenar el estómago de líquido. Así se estimula la sensación de saciedad. De esta forma se come menos y eso es lo que adelgaza en realidad. A algunos pacientes les recomiendo que tomen una manzana con la piel y un vaso de agua antes de comer. Puedes bajar la ingesta de calorías un 10 %, pero porque comes menos», asegura Viso.

La nutricionista de Nutrisalud Maika López escucha en ocasiones falsas informaciones. «Hay quien cree que el agua adelgaza. Y en extremo, hay gente con problemas psiquiátricos que cree que engorda. Yo siempre les explico que el agua limpia e hidrata». Ella, en su consulta, la recomienda en las dietas, no solo por la sensación de saciedad. «Cuando una persona está bajando peso, debe eliminar por la orina todas las impurezas que contiene su masa grasa. Por eso en estos casos aún es más importante».

La cantidad exacta tampoco se puede determinar, pero Maika nos propone realizar un test muy sencillo. «La mejor forma de saber si una persona bebe el agua que necesita es observar la concentración de orina al final del día. A primera hora está muy concentrada. A última, deberíamos orinar prácticamente agua. Eso significa que estamos bien hidratados».

Esta experta en nutrición recomienda hidratarse bien por las mañanas porque «llevamos toda la noche sin beber y hay que eliminar impurezas. En el caso de las comidas, yo recomiendo uno o dos vasos. Es verdad que algunas digestiones pueden ser más pesadas. Pero la necesitamos para la deglución de lo que hemos comido», sentencia Maika.

TRES CLAVES PARA BEBER BIEN 

1. Poco a poco: Hidrátate bien por la mañana, pero mantén el consumo de agua a lo largo de todo el día. No engorda ni adelgaza: ¡cero calorías!

2. El truco: Toma una manzana y un vaso de agua antes de comer. Activarás el efecto saciante. Comerás menos y así bajan las calorías.

3. ¿Depurativa?: Son las dietas estrella, pero es el propio cuerpo el que se depura. El agua es clave para las funciones vitales, pero no te confundas.