«El WhatsApp de madres me ha salvado la vida»

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CEDIDA

Toni siempre busca el lado más difícil, asume riesgos, y eso, unido a su gran sentido del humor, la vuelve a colocar en lo más alto de la comedia. Ahora rueda «Señoras del (h)AMPA», la historia de cuatro madres del cole que esconden un cadáver

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Toni Acosta (La Orotava, 1972) saca la madre que lleva dentro para dar vida a Mayte en la comedia Señoras del (h)AMPA, en la que interpreta a una superviviente con dos hijos, separada y acostumbrada a hacer malabares. La unión con Malena Alterio, Mamen García y Nuria Herrero barre cualquier opción de aburrimiento, en una ficción alocada que pronto verá la luz en Telecinco.

-La pregunta es obligada. ¿Tienes grupo de WhatsApp de madres?

-Por supuesto, y te voy a decir una cosa, esto del grupo está como muy demonizado, porque a veces es un disparate, pero a mí en algunas ocasiones me ha salvado la vida: cuando se pierde el abrigo, cuando no sé qué día toca el examen de Lengua, cuando son las excursiones... Yo soy muy pro WhatsApp de madres.

-¿Y eres colaboradora, de las que escribe y lleva la voz cantante?

-No, no, muy poco. Escribo poco porque creo que se agradecen las personas que escriben poco. Lo importante es dar la información necesaria, y preguntar lo justo. Me parece que hay gente que abusa, pero eso pasa en la vida también, no solo en el WhatsApp de madres, con amigos que a veces les dices: «Por favor, no me metáis en ningún grupo más». Creo que hay que usarlo bien.

-Las amigas nos salvan la vida también, ¿no? Esas nuevas relaciones que hacemos como madres.

-Absolutamente. Yo tengo el WhatsApp de la clase y luego un grupo de cuatro madres y esas sí que son fundamentales para todo. Siempre encuentras cómplices en la puerta del cole, mujeres que van igual que tú a las que les dices: «Oye, por favor, ¿me puedes recoger a la niña que no llego?», «¿Me llevas a la niña a gimnasia»… Yo a mi hija siempre le repaso por las mañanas: «¿Con quién te vas a ir hoy?». En esto estoy ahora. Y la amistad de mujeres es fundamental en la vida, es una de las cosas más bonitas y creo que no ha sido contada como debería en la ficción. Las mujeres colaboramos unas con otras de una manera desinteresada solo porque entiendes en qué situación está la otra mujer. Nosotras, estas cuatro madres de las que te hablo de la vida real, somos diferentes, trabajamos en cosas muy distintas, pero nos une que nuestras niñas son amigas y hemos conectado de maravilla. No nos hubiésemos hecho amigas, pero nos ha unido la puerta del cole, y eso también lo cuenta Señoras del (h)AMPA.

-El (h)AMPA es un juego de palabras, pero esas asociaciones pueden ser terribles.

-Sí, en esta serie lo que nos pasa es que en el primer capítulo hay un accidente muy gordo y muere una de las madres del AMPA y las cuatro protas escondemos el cadáver, y a partir de ahí todo se convierte en una pesadilla.

-¿Eres superprotectora con los hijos?

-Yo creo que en general me tomo todo con bastante sentido del humor. He tenido fases, pero creo que no soy muy superprotectora. Además, siempre se pone el foco en los padres y en las madres, aunque lo importante son los niños, el carácter de cada hijo viene dado, y eso te hace ser distinta como madre. Yo tengo dos hijos, un niño y una niña, y los dos son muy diferentes, siempre hay alguno que necesita de ti otras cosas. Por ejemplo, mi hijo no quiso ir de excursión a la granja hasta que llegó a sexto y luego le encantó. Pues, oye, yo tuve que enfrentar eso de una manera, si no quiere ir, que no vaya. Y la niña, en cambio, quiso ir desde el principio, eso a mí me hace reaccionar y ser de manera distinta con cada uno, por eso creo que sería mejor poner el foco en ellos.

-¿Eres de las que tiene apuntado todo en la nevera?

-Claaro. Con mi trabajo no me queda otra. Hoy lleva a este fulanita, mañana recoge a la otra menganito, así todo ajustado. Y cuando entro en barrena viene mi madre, ahí sí lo delego todo. Es con la única que me descanso totalmente.

-¡Qué importante son las abuelas!

-Sí, eso se ve también en la serie, cómo una abuela se hace cargo del nieto todos los días. Eso lo vemos en el cole constantemente, tiramos de ellas, y es importante que ellos estén cerca de sus abuelos. Yo a mis hijos, que ahora ya tienen una edad, les digo: «Cuidad de los abuelos», tienen una relación con todos muy especial, ojalá estén muchos años con ellos.

-Tú has confesado que Raphael, el abuelo de tus hijos, fue quien te enseñó todo de este oficio.

-Sí, todo. Yo cuando pienso en un maestro solo lo veo a él, porque hice muchos cursos, me formé mucho, pero el único de quien de verdad aprendí el oficio fue de él: a saber lo que significa en realidad ser un artista. A sentir que en el teatro cada actuación es única, a darlo todo, a ser puntual siempre, a ser rigurosa, autoexigente… Él ha sido y es una suerte. Y para mí un maestro.

-¿Cuál es tu canción favorita de él?

-Uy, todas, me encantan todas. Pero si me tengo que quedar con una te diría que A mi manera. A mí esa me vuelve loca.

-Tu vis cómica te da la vida, ¿no?

-Sí, sí, me sale natural; yo estoy encantada de hacer comedia, y muy agradecida con tener trabajo. Hay actrices que esperan la oportunidad, y yo voy disfrutando de todo lo que me ofrecen, lo importante es no parar, me encanta el trabajo que tengo y me gusta que me tengan en cuenta. Mira, voy cumpliendo años y siguen pensando en mí, así que no pido más.

-Una vez me dijiste que siempre buscas el camino más difícil. ¿Sigue siendo así?

-Sobre todo en el teatro, sí. Yo necesito el riesgo en ese ámbito, sentir que cada día me aporta algo diferente, no hacer siempre lo mismo. Y en el teatro, por el momento, es el único lugar donde yo puedo elegir, donde tengo un abanico más amplio y caminos abiertos distintos. Se trata siempre de hacer, y si no hay, pues habrá que inventarlo.

-¿Cómo llevas ser madre de adolescente?

-Por el momento vamos muy bien, tranquilos, tiene 14 años y es un niño con muchas inquietudes, hablamos mucho y no me está dando grandes problemas. Hay que cruzar los dedos.