«Estoy superorgulloso de llamarme Vigo»

YES

cedida

Vigo Martínez Garrido tiene 10 años y, aunque vive en Madrid, lleva a la ciudad olívica por bandera

09 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Este niño vive y nació en Madrid, pero es tan vigués que su nombre es Vigo, y sus apellidos, Martínez Garrido, como los del alcalde socialista fusilado tras el inicio de la Guerra Civil. El año pasado fue otro alcalde socialista, Abel Caballero, quien lo recibió en el Ayuntamiento para contarle la historia de la ciudad que lleva por nombre y darle algo que le hizo una ilusión enorme, el título de vigués de adopción: «Tuvimos que plastificárselo. Cuando volvimos, creo que no quedó persona en Madrid a la que no le contase que le habían entregado el título», dice entre risas Liliana Garrido, su madre. Ella, viguesa del barrio de Coia, fue la culpable de la elección del nombre. «Le dije a mi marido que si teníamos un hijo, se llamaría Vigo. Y si era niña, Galicia o Rosalía», asegura. Al final la niña se llamó Abril, por otra poderosa razón sentimental: «Yo nací en abril y mi marido me enamoró cantándome una canción con la guitarra que hablaba también del mes de abril». Pero lo de Vigo sí que era inamovible, y eso que su propia familia intentó sacárselo de la cabeza. No lo consiguieron.

CUANDO TOCA VOLVER, LLORA

«Era una manera de llevar a mi ciudad siempre conmigo, porque la echo mucho de menos», cuenta Liliana, que igual que su hijo, tiene un vínculo muy especial con sus raíces: «Es curioso, pero cada vez que nos vamos de allí, el niño y yo lloramos. Él lo hace desde que era un bebé», apunta esta «enferma del mar» que le contagió esta pasión al niño, quizás, el mismo día en que nació. Y es que a él, al igual que a Abril, les mojó con agua del mar de Vigo tras venir al mundo. Una petición expresa que Liliana le hizo a su padre, al que encargó el envío.

Ella confiesa que fue con miedo al registro, porque ya había antecedentes: «A mí me querían llamar Lilian, pero a mis padres no les dejaron, por eso me pusieron Liliana. Cuando llegué les dije que Vigo, y me preguntaron: ‘¿Vigo con dos ges, como el actor?’ [Viggo Mortensen]. Y yo les dije: ‘No, con una, como Vigo capital’. Y no hubo problema». El niño no tiene santo, pero lo celebra el día de la Reconquista de Vigo con una tarta adornada con la bandera de Galicia y el himno gallego a todo volumen. Recién cumplidos los diez, su madre asegura que salir en YES es para él un enorme regalo. «Me hace mucha ilusión salir en el periódico», confiesa el niño. Pero su verdadero sueño sería que el alcalde cumpla con lo que le prometió el año pasado: llevarle a Balaídos. Cómo no, Vigo es celtista hasta la médula. Y ojo, porque le ha tomado la palabra.