Así se veranea de lujo

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PEPA LOSADA

TÚ PIDE Y SE TE CONCEDERÁ. Entramos en un piso de uso turístico en Foz de estreno, donde se ofrecen servicios que van desde tener cocinera al cuidado de niños o hacer diversas gestiones... El genio de la lámpara de Aladino tiene un competidor en tus vacaciones

05 jul 2019 . Actualizado a las 16:07 h.

Un aroma a higo es la bienvenida olfativa en la entrada, y la visual una colección de piedra espuma de mar tallada. Pintura gallega de Bearey, Cabanas o Marcoide y piezas de museo salpican su decoración de corte moderno. Ropa de cama de hilo egipcio hace pareja textil con edredones de pluma. El menaje, la vajilla Burela de Cerámica Sargadelos, diseño inspirado en una balconada de la burelense Calle do Can, municipio vecino de un Foz que nos recibe con sol. Es una rápida descripción de algunos de los muchos detalles que marcan la personalidad propia de pisos de uso turístico que gestionan Celina Brañas Fernández (Foz, 1960) y su hija Celina Calvo Brañas (A Coruña, 1999), con web a punto de lanzarse como Galicia First (diseño de Manuel Estrada) y nota de 9,8 en Booking. «A la gente que viene le gusta mucho dormir con una buena obra y que tengas vajilla de Sargadelos. Le dan muchísimo aprecio», explica Celina madre desde el alojamiento mariñano que cuida con esmero Estrella. Tiene más de 300 metros cuadrados y dos plazas de garaje.

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Aquí lo «chic» también está en lo que no se ve a simple vista. Los servicios que ofrecen en sus instalaciones tanto en A Coruña, como ahora en Foz, siguen la filosofía del «nuevo lujo». Ligado a experiencias, comodidad, tranquilidad y hospitalidad. Con que vengas con el bañador para ir a la playa y algo de ropa, el resto te lo solucionan las dos Celinas. «A veces pasa -señala la madre- que en vacaciones entras en un piso de alquiler... y se te cae el alma al suelo. Aquí el lujo es la comodidad y la paz visual». Ni hace falta traer el paraguas. Sin embargo, sí puedes llegar con mascota «de tamaño pequeño, como un perrito» (Pitu, el suyo, nos acaba de echar una miradita...). «La idea es sentirte como en una segunda casa y sin tener las limitaciones de un hotel», dice. «Quise hacer lo que me gustaría encontrar si fuese de vacaciones a un piso» añade. Y agrega: «En A Coruña hubo hasta quien anuló planes y se quedó en el piso». La cocina es el epicentro en Galicia. Su gastronomía chifla al turista. La vinoteca del piso mima los caldos gallegos pero tampoco faltan bebidas «para que cuando llegue el cliente no tenga que salir corriendo al súper», así como la despensa con lo esencial y productos de kilómetro cero. Ponen cocinera, si la pides: «Se puede preparar una bonitada si se encarga el día anterior». ¿Que se te antoja recibir clases de cocina gallega? ¡Sin problema! Cuenta Brañas que muchos, sobre todo los visitantes de Sudamérica, se interesan por aprender cómo se cuece el marisco. Y si hay que ir a la lonja, pues se va.

Servicios adicionales

«También son servicios adicionales, con coste, la limpieza del piso y el lavado de ropa y planchado». Más opciones: gestionan la contratación de actividades de todo tipo como surf, clases de vela o ruta en barco a As Catedrais desde Foz, reservas en restaurantes, recados, compras... «En A Coruña -indica- les encanta ir a ver la plaza de abastos».

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Mientras los niños se entretienen jugando con los peluches que les recordarán a su habitación, los adultos pueden dedicar un rato a leer en la biblioteca Las memorias de Churchill, Vida Heroica de Miguel de Cervantes o Enciclopedia Gallega o a disfrutar de la televisión de 55 pulgadas en el salón de este piso, con wifi. Aunque si tocase trabajar, ordenador y despacho a tu disposición. Mejor no usarlo, ¿verdad? Las vacaciones son para vivirlas... de lujo.