«Bajé 35 kilos en nueve meses»

YES

ANGEL MANSO

Una buena dieta, fuerza de voluntad y un objetivo. Esas han sido las claves para que esta joven coruñesa, que llegó a pesar 110 kilos, lograra que su báscula marcara 75 en menos de un año

26 ago 2019 . Actualizado a las 23:23 h.

Leticia Gundín es de esas personas a las que una hazaña como la de lograr perder 35 kilos no le parece gran cosa. Esta joven coruñesa de apenas 28 años no ve nada extraño en conseguirlo. Su sentido común es apabullante y la explicación que ofrece resulta muy reveladora. No se trata de bajar de peso porque sí, sino de saber muy bien con qué fin se hace, de ponerse en las manos adecuadas y de encontrar una dieta adaptada a cada caso. Así de simple y de difícil a la vez. Pero vayamos al principio de esta historia.

Ella siempre se ha considerado una chica de hueso ancho, aunque no por ello se ha sentido acomplejada. Sus kilos de más nunca le han impedido sentirse bien consigo misma, algo que siempre ha jugado a su favor en el terreno de la autoestima, pero sí reconoce que poco a poco iba teniendo más problemas de salud: «Me encontraba mal siempre, tenía dolores de cabeza continuos, problemas de alergia y cosas así», comenta. Leticia decidió ponerse a dieta cuando vio que su báscula llegó a marcar 110 kilos: «Al ser de constitución ancha, lo compensaba un poco. No aparentaba que pesaba eso, aunque se me notaba hinchada y se veía que tenía muchísimo peso. Igual a otra persona con ese peso se le nota un poco más», dice.

Su sorpresa llegó cuando en la consulta de la nutricionista Ana Golpe, de Hipersalud, descubrió que tenía intolerancia a algunos alimentos: «Me hicieron un análisis para saber qué me podía sentar mal porque puedes estar comiendo de una forma sana, pero igual esos productos te hacen daño. Lo importante es comer lo que te sienta bien y que sea saludable», dice Leticia, que con una simple analítica descubrió aspectos que desconocía: «Supe que era intolerante a varias frutas. Me sorprendió bastante porque, claro, yo comía muchísima fruta y pensaba que me estaba haciendo bien, pero no era así. Me tuve que quitar de muchísima fruta y de alguna verdura, y el marisco lo tuve que retirar totalmente. Sabiendo estas cosas, la nutricionista me adaptó una dieta para adelgazar con todos los alimentos que podía comer», detalla. Y los resultados de la dieta no se hicieron esperar: «Empecé a bajar de peso muy rápido, algo que también me sorprendió porque, en principio, no iba solo a eso, sino que también quería encontrarme mejor».

Leticia reconoce que no se le hizo muy cuesta arriba cambiar sus hábitos alimenticios, mejorar su salud y adelgazar más de 30 kilos en apenas nueve meses: «Bajé 35 kilos y me siento genial. Ahora estoy en 75. Respiro mucho mejor, me encuentro mucho más ligera. No he enfermado nada, antes siempre estaba con resfriado y gripes todo el rato. Y ahora, absolutamente nada. Me apetece ir andando a todos los sitios. Me encuentro muchísimo más ágil», comenta quien reconoce que nunca tuvo ansiedad por comer y que lo llevó estupendamente. «La gente suele pensar que cuando estás a dieta no puedes ir a ningún sitio. Yo nunca he tenido ese problema. La dieta nunca me ha condicionado para salir a comer y a cenar», dice.

Ella siempre se lo tomó con positividad y ahora cuando echa la vista atrás no cree que la dieta haya sido muy estricta: «Básicamente quité los alimentos que me hacían daño. Que no podía comer unas frutas, pues empecé a comer las que sí podía. Con las verduras otro tanto de lo mismo. Lo que sí dejé fueron las comidas procesadas, las bebidas con gas o con azúcar. Y ahora bebo muchísima más agua que antes. Es adaptarse un poco. Y de lo que no puedes comer buscar un sustituto», comenta después de reconocer que la gente no deja de sorprenderse cuando ve el asombroso cambio físico que ha experimentado en apenas unos meses. «Me suelen preguntar qué es lo que he hecho para estar así, y dicen que me encuentran muy bien porque a la hora de comer no me ven tan condicionada», añade. Además, ahora es capaz de ver los efectos de no llevar una dieta adecuada. «Sobre todo, me hacía estar muy hinchada. Exageradamente hinchada, y tenía siempre problemas de alergia. No quiere decir que ahora ya no la tenga, pero igual antes podía estar todo el día encontrándome mal, no respirar bien, tener sueño todo el rato y desde que empecé a comer mejor puedo estornudar un poco, pero lo llevo muchísimo mejor que antes. Además, tenía dolores de cabeza constantes y podía estar todo el día así. No sabía por qué era y era por eso», cuenta.

Sobre este aspecto, la nutricionista Ana Golpe aclara que, aunque no está demostrado científicamente, por su experiencia puede decir que con una dieta adecuada «hay muchísima gente que mejora» su calidad de vida: «Se trata de una simple analítica de sangre que se envía al laboratorio y analiza hasta 200 alimentos a los que podemos ser intolerantes. Aunque hay cierta controversia, hace diez años que lo hago y en más de mil casos hay muchísima gente que se encuentra mejor. Sobre todo, aquellas personas que tienen problemas digestivos o con urticarias y dermatitis. En el caso de Leticia se le aplicó una dieta para adelgazar en el que eliminamos esos alimentos a los que ella es intolerante y muchos productos procesados. Curiosamente, mejoró también en todo, pero no es ningún milagro. Es una simple dieta para adelgazar en la que se eliminan aquellos productos a los que la persona es intolerante. Ella eligió este tipo de dieta y le fue muy bien», explica Golpe.

Porque no es la primera vez que Leticia se había puesto a régimen. Aunque sí es cierto que nunca de una manera tan personalizada. «Había hecho una dieta más genérica, pero no había bajado nunca tanto de peso», reconoce esta chica, que ahora es conocedora de la importancia de cambiar los malos hábitos alimenticios y de comer de una forma saludable.

Se nota más al principio

«Cuando más se me notó fue al principio, que fue cuando bajaba de peso más rápido. Sobre todo, cuando dejé todo lo que me hacía daño. Además, lo hago también por mi salud. Siempre digo que las cosas hay que hacerlas por ti misma y no porque te veas condicionada por otra persona, o porque veas que tienes que estar delgada para estar guapa o lo que sea. Yo quería estar bien, tener una buena alimentación y estar sana. Para mí eso es lo más importante. Si al final haces una dieta y bajas de peso, pero lo haces condicionado por algo externo, vas a recaer otra vez, porque no estás mentalizada», explica esta coruñesa que ha conseguido toda una hazaña personal: «Es la mejor forma de llevarlo. Yo empecé así, lo llevo genial y no echo de menos nada de lo que comía antes porque lo puedo sustituir por otras cosas».

Leticia ahora ya no se ve con 35 kilos de nuevo encima: «Para nada, y tampoco paso hambre. Mucha gente piensa que comiendo poco se adelgaza y es al revés, lo que haces es ralentizar el metabolismo. Lo importante es hacer todas las comidas en pocas cantidades y así nunca tienes hambre y bajas igual de peso». Se trata de una nueva manera de entender la alimentación, desde un punto de vista más sano, y de sentirse a gusto con uno mismo.