Ellos se visten de novios en cada aniversario

En esto del sí quiero, Rocío Vázquez tiene experiencia. Y no solo porque sea wedding planner, y lleve diez años al frente de Luz Verde. Ni tampoco porque sea una de las pocas mujeres en Galicia que ofician bodas civiles. Sino porque ella y su marido, Roi Alonso, se vuelven a dar el sí quiero en cada aniversario. Y no lo hacen como cualquier pareja, que con sellar su amor con un beso y una cena ya está. No. Ellos mantienen la llama viva del amor de una manera mucho más activa, más original y, sobre todo, mucho más romántica.

Para ello, cada 3 de octubre desde hace cuatro años se desplazan a la Rectoral de Cines, en Oza-Cesuras, el lugar donde se casaron y se visten de novios. También hay que decir que el traje de novia de Rocío no es uno al uso, sino una maravillosa prenda de Rita Glyndawood: «Es un vestido corto, con cancán, es más rollo pin up», como lo define ella misma, que se siente como novia en el altar con él puesto.

«Se nos ocurrió el primer año porque nos daba pena dejarlo en el armario con lo precioso que era y ponerlo solo un día», explica Rocío sobre cómo surgió la idea que no dudó en hacer partícipe a Roi. Él, lejos de asombrarse por la ocurrencia, aceptó gustoso: «Ya estoy acostumbrado a sus locuras», dice bromeando al que también se le escapa que Rocío aprovecha también algunas veces para ponerse el vestido por casa: «Pero no hagas que parezca una loca, por favor», comenta con cierto pudor y sin poder evitar que se le escape una carcajada.

BENDITA LOCURA

Pues bendita locura, porque gracias a esta genial idea, esta pareja de enamorados revive cada 3 de octubre uno de los momentos más felices de sus vidas. Rocío ya sale vestida con su Glyndawood de casa. Eso sí, sin pasar desapercibida, aunque reconoce que sería mucho peor si el vestido fuera un tradicional traje de novia. Roi, mucho más pudoroso, prefiere cambiarse allí en la rectoral. Les acompaña un fotógrafo profesional, que inmortaliza el momento y que les permitirá rememorar no solo el día de su boda en un álbum, sino también todos los aniversarios: «Como tenemos tantos amigos y tanta gente que nos encanta como trabaja en el sector de la fotografía, cada año nos cuesta mucho elegir quién nos va a hacer las fotos. La idea es ir haciendo un álbum que se vaya alargando durante muchísimos años para ver también cómo vamos cambiando nosotros y los distintos puntos de vista de los fotógrafos», explica Rocío, que reconoce que la idea ha entusiasmado a todo su círculo de amistades: «Nuestros amigos flipan, pero a todos les gusta. Al final, les encanta. También a la diseñadora del vestido, que siempre le mandamos las fotos y que cada año está deseando recibirlas. A todos les da un ataque de risa, pero mola. Les hace gracia e ilusión también», comenta Rocío que no dudó tampoco en hacer pública esta original tradición a través de las redes sociales.

«Disfrutamos tanto de nuestra boda hace ya 4 años que decidimos celebrar nuestros aniversarios volviendo a vestirnos igual que aquel día y visitar el mismo lugar donde lo celebramos. Lo único que cambia es nuestra talla y los ojos que nos fotografían (que siempre son de compañeros talentosísimos). Aquí tenéis algunas de las fotos de este aniversario. Y ¿vosotros? ¿Tenéis alguna tradición?», este es el mensaje de hace unos días que acompañó con varias fotos.

Y ya se sabe lo que pasa cuando algo se convierte en tradición. No se puede dejar: «Queremos seguir haciéndolo siempre. Mientras quepa en el vestido y aunque no. Este año me queda grande, pero hubo un año que lo pasé mal durante la sesión de fotos porque no podía respirar. Pero, sí, sí, sí, incluso si llega un día que no me cierre, me lo pienso poner igual», comenta Rocío, mientras interrumpe Roi: «Cuanto más tiempo pase, más divertido será». Divertido y precioso. ¡Enhorabuena, pareja, por tanto amor!

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