¡Póngamelo con hielos de frutas del bosque!

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ANA GARCIA

De naranja, de limón , de fresa... También de la forma que tú quieras. Nicolás se ha convertido en el hombre de los mil hielos en la Costa da Morte. ¿Quién ha dicho que los cubitos no saben a nada?

20 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Artista es decir poco de Nicolás López. Por muchos motivos, el principal por lograr hacer de su profesión un arte. Consigue hacer bolas de hielo con frutas, de naranja, limón, lima y frutas de bosque, y todo de una manera totalmente artesanal y en la que puedes apreciar a simple vista el trozo de fruta incrustado en el cubito: «No se congela la fruta. Se mete en el molde recién cortada. Y después se hace el cubito con agua y ya se va disolviendo el zumo de la fruta en el agua porque los dos están a temperatura ambiente. Después se mete en el congelador», explica este artesano del hielo que aclara también la importancia de las proporciones: «El trozo de fruta tiene que ser proporcional al molde del cubito. Y la verdad que es precioso». El resultado salta a la vista.

En su obrador, situado en la parroquia de San Tirso en Malpica, se dedica en cuerpo y alma a estas creaciones que no dejan de sorprender a quien se las presenta. Incluso él mismo se quedó alucinado cuando consiguió su primer cubito de hielo con frutas: «Fue en una visita que hice a Madrid en el 2015 cuando se me ocurrió la idea. Fui a Fitur y en la sección de hostelería había un concurso de gintónics. El ganador fue un chico de Badajoz que hizo el gintónic con cubitos de hielo hecho con hojas de menta. Y de ahí saqué la idea. Se me ocurrió que lo podía hacer con frutas. Y empecé a promocionarlos a pequeña escala a nivel comarcal, con la suerte de que resultó tener un gran éxito», asegura el propietario de Xeo Costa da Morte, que reconoce que en esta esquina del mundo las cosas siguen teniendo un ritmo demasiado tranquilo: «Si estuviera en Ibiza igual ya tenía tres fábricas», bromea este joven de A Laracha asentado en Malpica. Pero su cabeza no para e incluso se atreve a hacer hielos de distintas formas, aunque esta opción ya tiene que ser bajo pedido.

Nicolás no se amilana con nada. Él es el rey del hielo. Y tanto realiza estas creaciones como surte de mil kilos de cubitos a las fiestas populares: «Y que no les falte hielo. Porque ya me he levantado alguna vez de madrugada porque se había acabado el hielo porque actuaba París de Noia o una de estas», una situación que duda mucho que este año se pueda cumplir.

Aún así él es optimista y confía en su proyecto: «Tienes que valer para esto y ser muy limpio. Limpiar sobre lo limpio. Si no tienes unas pautas de higiene y una conciencia de cumplir no vales para este negocio», confiesa.