«La tarta más difícil me llevó dos días»

YES

ANGEL MANSO

El arte de la repostería. Judith aprovecha las noches para elaborar creaciones como las de la derecha. El resultado salta a la vista y al paladar

05 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En casa del herrero, cuchillo de palo. Eso es lo que le pasa a Judith García, una auténtica artista en hacer tartas para la gente que conoce, a pesar de que a ella no le gusta mucho el dulce. Esta vecina de Culleredo dedica el poco tiempo libre que tiene —trabaja en unos grandes almacenes y acaba de ser mamá por segunda vez hace apenas dos meses— a realizar este tipo de creaciones, incluso aprovecha las noches mientras duermen sus hijas para dar rienda suelta a su imaginación.

Porque estas no son unas tartas normales. Algunas de ellas son unas auténticas obras de arte. Cualquier excusa es buena para que Judith se meta rápidamente en harina y obtener el mejor resultado. Incluso se ha llevado el segundo premio en el concurso de tartas de Radio Voz Coruña. No hay reto en esto de las tartas que se le resista. Tanto te hace la gallina caponata, que le ha llevado «dos días sin parar», como unas figuras de fondant que te dejan boquiabierta o incluso unas galletas de glasa real en relieve o pintadas a mano. Es increíble pero el resultado que obtiene es asombroso.

Bien es cierto que tiene buena mano: «Siempre se me dio bien dibujar y pintar. Por eso hice el bachillerato artístico», dice. Y si además de esta gran habilidad se le suma una más que buena mano para la cocina, pues el resultado es el que veis aquí a la derecha.

Lo más curioso de todo es que este hobby empezó por casualidad hace seis años: «Era el cumpleaños de un amigo nuestro y una amiga y nos aventuramos a hacerle la tarta. Hicimos la típica tarta de la abuela, y luego le pusimos unos cascos porque este chico es DJ». Y a partir de ahí ya no pudo dejarlo.

Llega a hacer dos postres de media por semana. Podéis ver todas sus creaciones en sus cuentas de Instagram y Facebook bajo el nombre de Judithinhas: «Primero dibujo la idea en papel y luego ya empiezo a hacerla. Hago el bizcocho, que me suele llevar una hora, y lo dejo enfriar. Luego los rellenos, otra media hora. Monto la tarta, que también me puede llevar unos 30 minutos. Y luego el fondant, que es lo más difícil, porque lo tengo que mezclar para que se elastifique y no se agriete a la hora de hacer el diseño. Hay que amasarlo bien y estirarlo. Una tarta normal, que no tiene mucha complicación, me puede llevar unas seis horas en total», aclara esta experta repostera que también reconoce que hizo varios cursos para especializarse en este tipo de tartas.

Hay muchas creaciones de las que está muy orgullosa, como la de la máquina de coser, que era una copia exacta de una que tenía la madre de la cumpleañera; la de la camiseta del Dépor, «que lleva papel comestible y cuyos logotipos están pintados a mano», la de la cámara de fotos Nikon... lo dicho, una artista.