Cómo ligar tras la pandemia

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Benditas redes sociales porque nos han permitido seguir en el mercado incluso en el confinamiento más duro. Pero y ¿ahora? ¿Ha llegado el cara a cara con mascarilla? Los expertos desvelan si el covid también ha modificado nuestra forma de tener citas

20 abr 2021 . Actualizado a las 18:59 h.

Sí, el movimiento del dedo en la aplicación del móvil ha sido el gran acompañamiento de los que buscan pareja en esta época de restricciones. La pandemia ha hecho que el número de usuarios que utilizan estas aplicaciones se haya multiplicado. Y bendita herramienta, porque gracias a ella no hemos dejado nunca de estar en el mercado. Pero ahora, que se empieza a ver la luz al final del túnel, surgen dudas sobre cómo volveremos a ligar. ¿Nos quedaremos relegados al mundo digital? ¿Iremos despavoridos a conocer a gente a las terrazas? ¿Lo haremos de una forma más prudente o combinaremos ambas fórmulas? La respuesta la tienen los expertos.

Para las sexólogas Arantxa García, y Nayara Malnero y la psicóloga Eva Sández, las redes sociales no han sido un descubrimiento durante el confinamiento. Ya eran utilizadas mucho antes, pero sí ha permitido que las relaciones sociales se mantuvieran a través de estos canales: «Ya es una manera de conocer a gente, y no tiene vuelta atrás. No va a desaparecer. Además, tampoco pasa nada por que se quede. Es una manera más, igual que las otras. Como la de conocer a alguien en cualquier actividad. Lo que pasa es que las redes llegaron para quedarse», explica Arantxa García, que sí cree que hay un determinado sector de la población que ahora puede tener más problemas para relacionarse, pero por su condición, no porque el mundo digital lo aísle del mundo exterior. «A los que les gusta tener amigos y quedar con gente están deseando que les dejen volver a la normalidad. A hacer lo que hacían antes. Pero luego hay gente un poco más tímida, que no tiene facilidad, y que se acomodó y se adaptó a estos canales y ahora le cuesta salir hasta para ir a trabajar o que perdieron la costumbre de quedar con la familia y los amigos, no solo a nivel pareja. Pero eso irá cambiando progresivamente, a base de hacerlo», explica Arantxa García. Sobre las redes sociales, Nayara Malnero y Eva Sández también coinciden en afirmar que ya eran un canal habitual antes de la pandemia: «Eran superutilizadas, simplemente se ha sumado más gente. Ha habido un gran crecimiento durante la pandemia», aclara Malnero.

Pero estas relaciones virtuales también necesitan de un encuentro físico. Y ahí dependemos de la relajación progresiva de las medidas de las restricciones: «En estos momentos, siempre se va a tender a alargar más ese contacto interactivo. Cuando antes, a lo mejor quedabas a los pocos días de iniciar ese contacto o unas pocas semanas después, pues ahora eso se tiende a alargar en el tiempo. Eso es lo que se está viendo, que la gente es más reacia a tener encuentros. Lo alarga mucho más. No tiene esa predisposición a quedar con cualquiera que acaba de conocer por redes», aclara Sández. Mientras que Malnero es de la opinión de que en cuanto se abra la veda, el miedo al contagio se minimizará: «La interacción humana es algo necesaria y acaba por olvidársenos este tema del covid. Evidentemente, hay gente que está desarrollando una fobia y unas limitaciones muy grandes pero, si no nos paraliza, no hay miedo. De hecho, en cuanto se empiezan a levantar las restricciones, empieza a haber infinitas citas de Tinder presenciales».

LOS JÓVENES, SIN PROBLEMA

Por perfiles, los jóvenes son los primeros en volver a tener citas: «Los adolescentes están deseosos de volver a relacionarse. Es un rango de edad en una etapa en la que las relaciones sociales tienen una relevancia muy importante en sus vidas y se les ha truncado. Posiblemente tengan mucha necesidad de relacionarse y es normal porque es lo que les toca», aclara Sández. Pero a mayor edad, más reticencia: «A los de mediana edad o de avanzada edad este parón puede hacer que les cueste reanudar las relaciones sociales». En ese caso, la psicóloga recomienda «ir organizando quedadas con la gente que les genere más seguridad, y poco a poco ir abriendo el círculo. Empezando por las personas más cercanas, amigos o familiares».

También un perfil al que le cuesta, de siempre, volver a estar en el mercado, son aquellas personas que tienen problemas para relacionarse y que se han acomodado a vivir recluidas. ¿Qué tienen que hacer?: «Un esfuerzo y quedar con los antiguos amigos, apuntarse a actividades a través de alguna asociación, clubes deportivos o cualquier actividad que sea social y que las restricciones lo permitan. Y luego el método más antiguo, conocer a gente a través de conocidos. Pero dependemos del escenario covid que tengamos en ese momento», puntualiza Arantxa García.

Para esta sexóloga, no es necesario que esta apertura a nuevas relaciones se haga de forma progresiva «si son capaces de hacerlo» de manera más rotunda: «Otra cosa es que les cueste y que vayan dando pequeños pasos. Eso depende de la capacidad de cada uno y de las ayudas que tengan. A veces, a alguien le cuesta, pero resulta que tiene un primo que es muy sociable y está todo el día pegado a él, pues así es más fácil».

Arantza García explica que el 2020 ha sido un año en el que han roto muchísimas parejas: «Sobre todo al terminar el confinamiento. No se puede saber el número de nuevas parejas porque no hay censos, pero sí el de divorcios. Y después del confinamiento, hubo récord. También, tras todo este tiempo de restricciones durante la tercera ola. Atendía a muchas parejas que me decían que la rutina los tenía agobiados, porque no tenían manera de desconectar, que estaban todo el día juntos, a todas horas y no solo cuando les apetecía, que era como el día de la marmota, todo repetitivo, y que la pareja estaba más irritable y de peor ánimo».

¿Y qué les recomienda a los que acaban de dejar una relación estable, de muchos años? «En este momento, lo mejor son las aplicaciones. Y dentro de lo que se pueda, quedar con gente», apunta García, mientras Malnero explica que esa reticencia a conocer gente nueva en este colectivo es normal: «Siempre ha pasado, lo que sucede que como ahora el ocio nocturno está cerrado, tienen que aprender a relacionarse a través de las aplicaciones, pero es igual. Les cuesta lo mismo, solo que no hay ocio nocturno. Pero se dan hoy otras herramientas, incluso más útiles».