El propietario del restaurante Portela, en el centro de A Coruña, ofrece en su local una exclusiva selección de vinos. Durante una larga temporada fue sumiller del restaurante de Dani García en Marbella, donde tenía que catar cada día los mejores vinos para que estuviesen en estado óptimo para su consumo.
17 jul 2021 . Actualizado a las 09:28 h.Tiene 28 años y está el frente de un restaurante en el que manda el producto de primera calidad. Pero lo más sorprendente es la carta de vinos. «Ahora tenemos 200 referencias. Nuestras especialidades son las añadas antiguas de vinos gallegos, los champanes y los Riesling alemanes», comenta como si nada Álex López González. Me cuenta que su familia es originaria de Lobios, Ourense, y «siempre hicimos vinos en casa», recuerda. Se formó en la Escuela de Hostelería San Javier de A Coruña, Luis Paadín y su hijo Alejandro le ayudaron a amar el mundo vitivinícola, y acabó yéndose a Marbella a realizar un prestigioso curso de sumiller. «Por medio del propio centro de formación me seleccionaron para hacer prácticas en el restaurante de Dani García, que entonces tenía dos estrellas Michelin. Empecé de ayudante del sumiller y después fui jefe y me quedé varios meses. Fue una experiencia increíble y una oportunidad única», me cuenta mientras catamos un blanco francés del valle del Loira. Está bueno, pero nada comparado con lo que Álex tuvo la oportunidad de probar durante su estancia marbellí, unos 25 vinos distintos al día de una serie de marcas que están fuera del alcance de la mayoría de la gente. «Solo en verano caté unas 60 botellas de Vega Sicilia», comenta con sencillez.
TURISTAS Y LUGAREÑOS
Llegaba al establecimiento de Dani García sobre las once de la mañana y tenía la obligación de probar los vinos del carrito de aperitivos y los que se sirven en el menú degustación. «Duran poco tiempo abiertos y deben estar en estado óptimo de consumo. Todos son de primer nivel, como grandes champanes, el Sassicaia italiano, y también vinos gallegos... Lo olfateas y lo pruebas, tanto para las comidas como para las cenas, pero éramos dos sumilleres», aclara sonriente en la terraza de su restaurante Portela, situado en el corazón de A Coruña, en la esquina de las calles Franja y Bailén. «El local es de mis padres y yo vine a hacerme cargo en mayo del 2019. Esta temporada más de la mitad de los clientes son turistas, pero estamos trabajando muy bien con el público de aquí. Nuestra idea es que cada vez nos conozcan más y hacernos un hueco en la gastronomía de la ciudad», comenta. Lo suyo son «los productos del mar, aunque acabamos de incorporar la carne selecta de la empresa gallega Vaca Prémium», destaca este sumiller y empresario gallego que puede presumir que un verano cató 60 botellas de Vega Sicilia, entre otros muchos grandes vinos que pasaron por sus manos.