Póntelo, pónselo

YES

17 jul 2021 . Actualizado a las 15:43 h.

Las batallas generacionales se libran estos días en las plataformas digitales sin que a los niños de EGB nos dé tiempo a estar al tanto. Es en los mundos inescrutables de Twitch en donde hoy tiene lugar la gran conversación con unos códigos que son jeroglíficos para nosotros y pan comido para nuestros hijos. Por eso es tan difícil concederle dimensión a la audiencia probada de un tal Naim Darrechi, de profesión influencer, 19 años, mallorquín y al que al parecer siguen veintitantos millones de personas en TikTok. Educados como fuimos en lo tangible, es fácil deducir nuestra incapacidad metafísica para entender qué le ofrece este chaval a semejante ejército de seguidores, una tropa descomunal que ya quisiera para sí el editor del mejor periódico de España. De esos nuevos líderes de opinión de nuestros hijos sabemos poquito, hasta que alguno cruza la línea y aparece de repente en la escena de siempre. Darrechi lo ha hecho estos días tras haber hecho una confesión desoladora que echa por tierra la eficacia de todos los programas de educación sexual de al menos las tres últimas eras geológicas. El muchacho no solo presume de fornicar sin condón sino que confiesa que engaña a sus parejas con una supuesta vasectomía que las libraría de embarazos no deseados y que en realidad nunca se practicó. Todo en su discurso suena a fracaso colectivo no solo por el engaño sino por la evidencia de que tantos lustros después de aquel «Póntelo, pónselo» la muchachada del XXI todavía no ha entendido que el sexo casual debe ser seguro y que un embarazo es solo una de las muchas consecuencias no deseadas de un aquí te pillo, aquí te remato.

Puede que nuestro concepto de la realidad y de las audiencias interprete mal las consecuencias de que un discurso así llegue a los veintitantos millones de chavales que siguen a Darrechi, que también en esto las cosas han cambiado y que un influencer no influye como nos tememos. Pero es escuchar a este señor y ponernos a temblar. Tras ser amenazado con una denuncia por abusar de sus parejas, el youtuber se ha ciscado en el Gobierno por no estar asesorando a personajes como él, con el grifo abierto para llegar a todo el mundo pero sin los controles clásicos que antes tenían los medios de comunicación y que él mismo reclama. O sea, que el que con niños se acuesta, mojada se levanta.