Marta Torrón, fisiosexóloga: «La virginidad no existe, el himen nunca desaparece»

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«Que una mujer no llegue al orgasmo en las relaciones no es normal», dice la experta en crecimiento sexual, coautora de «Tu cuerpo mola», que advierte que «el Satisfyer está bien, pero lo usamos muy mal» y que los geles íntimos son «puro márketing»

19 jul 2021 . Actualizado a las 15:31 h.

Hay cosas que las madres y los padres no sabemos cómo tratar con nuestros hijos, «porque aún son tabú y tienen que ver con el peso de la realidad que vivimos nosotros de niños», advierte la experta en fisiosexología y crecimiento sexual Marta Torrón, coautora de la guía Tu cuerpo mola (a partir de 9 años), de la misma colección que el superventas La regla mola. «Hay información que no es de fácil acceso ni siquiera para los adultos. A veces no tenemos un lugar del referencia al que ir para resolver ciertos problemas. A veces vas al ginecólogo y te quedas igual. Parece que todo depende de que te pongas una crema o tomes anticonceptivos hormonales, que ese es el remedio. Esta guía está creada con la intención de ayudar a que las niñas y jóvenes sean personas críticas y orgullosas de su propio cuerpo. Porque la base es estar en paz con la propia sexualidad y con el placer», señala. Hay tres líneas de prevención en la sexualidad femenina: «La primera es la prevención de problemas frecuentes en mujeres adultas, como la incontinencia de orina, prolapsos, debilidad abdominal... Que son problemas que solucionamos si ya desde pequeñas sabemos mover el suelo pélvico», asegura Marta Torrón.

-¿La segunda línea de prevención?

-Evitar malas experiencias sexuales cuando es fácil evitarlas. Nosotras ponemos en el punto de mira el concepto de la virginidad.

-¿Por qué?

-La virginidad no existe, es un constructo. Pero aún hay mujeres adultas que creen que cuando un pene entra en la vagina se rompe el himen y desaparece. Esto no es así. El himen sigue estando en la vagina tras la primera relación, no desaparece nunca. Todas tenemos himen, que son como pétalos que adornan la entrada de la vagina, el himen es elástico y siempre está abierto. De hecho, un himen cerrado es una patología. Un himen perforado es muy infrecuente.

-¿Qué ocurre cuando duele o se sangra en la primera relación?

-Si duele y sangramos es que hay un mal conocimiento del propio cuerpo. Esto no puede ser considerado normal y, sin embargo, así está siendo. ¿En qué tipo de sociedad vivimos si se acepta que la mujer sufra con la menstruación o sus relaciones, o que no tenga placer? Si las niñas tienen una relación normal con su cuerpo, si empiezan a explorarlo de forma normal, van a estar aprendiendo sobre su cuerpo. Si estas chicas conocen cómo funciona su cuerpo, su vagina, la primera vez que tengan un coito sabrán decir si están o no preparadas. La tercera línea de prevención es la prevención de abusos. Es importante que ellas sepan cómo suceden, porque en el 90 % de los casos son por parte de alguien que conocen. Si saben esto, y sucede algo, van a sentir menos culpa, van a poder hablarlo. Así vamos a evitar que los escondan y que estén años sufriéndolos.

-El dolor aún está muy metido dentro de lo que consideramos hoy una sexualidad femenina «normal».

-Sí y es frustrante. Ese dolor se minimiza desde muchos sitios, por parte incluso de profesionales. Esto está pasando, ¿pero por qué pasa? Si tú, al llegar a la ginecóloga, en vez de ver máquinas para tener perfecto el abdomen, ves carteles con información sobre el vaginismo, te advierten que tener dolor no es normal, te dicen cómo es un masaje perineal bien hecho... Creo que entenderías que el dolor no es normal.

-¿Solo vamos al ginecólogo cuando es muy fuerte el dolor y la patología es grave?

-Las mujeres han llegado a un punto en que si hay dolor van al ginecólogo y lo explican. Y muchas veces lo que les están respondiendo es: «Es psicológico, relájate y ponte un lubricante». ¡Doctor, actualícese! Me hierve la sangre, porque estas mujeres son las que más veo en consulta. Mujeres que en cuatro sesiones son otras. Tenemos el suelo pélvico contracturado y espasmódico.

-¿Qué sería lo normal en el cuidado del propio cuerpo, de la sexualidad?

-Nuestras propuestas son «mira, mueve, toca y piensa». Si una mujer es capaz de integrarlas en su vida y llevarlas a cabo una o dos veces por semana estará activando el sistema circulatorio, conectando músculos, permitiendo que esos músculos gestionen las tensiones como músculos que son. El suelo pélvico acumula tensión. Si no lo movemos, mal. Es como todo, si estás mal y te pasas tres o cuatro días en la cama te dolerá a espalda de no moverla. Necesitamos movernos, así sentimos que se va el dolor. Las propuestas que explicamos a las niñas en Tu cuerpo mola son también las propuestas que explico a las adultas en consulta.

-Hablas de profesionales muy especializadas, como las fisioterapeutas de suelo pélvico. ¿Por qué necesitamos profesionales específicos?

-En la carrera de Fisioterapia y, sobre todo, en la especialidad de suelo pélvico se nos cuenta el funcionamiento del suelo pélvico, de la relación con el clítoris. Que yo mueva el suelo pélvico, masajea el clítoris, y eso favorece la erección y que haya una buena sensibilidad. ¿Qué está pasando en la carrera de Medicina? Que no se habla del clítoris. Hay unas sesiones para hablar del pene, de sus estructuras, de su disfunción... ¿Y el clítoris? Ni se nombra. ¿Que no podemos tener disfunción eréctil las mujeres? Pero si es el mismo material... Pues no lo sabemos, no se investiga, porque son, dicen, «cosas de mujeres». Es importante acudir a una fisioterapeuta de suelo pélvico cuando hay disfunciones. Es salud, es prevención. El ginecólogo, o ginecóloga, no llega ahí.

-¿Qué es la fisiosexología?

-Una rama en la fisioterapia de suelo pélvico que se encarga de rehabilitar la función erótica, la capacidad de sentir placer. Desde la fisiosexología podemos solucionar problemas como el vaginismo (dolor en la vagina) o las dificultades para lubricar o llegar al orgasmo, la libido baja... En el hombre, la dificultad para tener una erección, problemas de eyaculación precoz, dolor de testículos, o llegar al orgasmo. Son temas por los que, en general, a día de hoy, se envía mucho a las personas al psicólogo. Para estos temas no hay que ir al psicólogo, sino a quien sabe de funcionalidad de esa parte concreta del cuerpo. Mujeres que llevan años en el psicólogo por vaginismo, en cuatro sesiones con una fisiosexóloga, pueden salir del dolor.

-¿No son buenos los geles y jabones para la higiene íntima?

-No los recomendamos porque no hacen falta. Es puro márketing. Esto de los jabones femeninos es divertido, porque fíjate en que no hay jabones masculinos. No hace falta jabón íntimo, hay un montón de problemas de sequedad, escozor, que se solucionan en cuanto dejas de usar jabón, porque permite que tu pH se regule. Hay que lavarse bien, pero solo con agua. Así se van los picores y la piel estará elástica, hidratada.

-¿A qué edad deberíamos hablar de sexualidad con nuestros hijos?

-No es que haya que tratar la sexualidad. Está ahí desde el principio. Simplemente, hay que dejar que ellos se desarrollen, que surja. A los niños y niñas hay que dejarles que se exploren.

-¿Los niños son más sexuales que las niñas, como se suele decir?

-Qué va. Es igual de importante la sexualidad y el placer en ellas y ellos. Lo importante es que los adultos se trabajen. Es importante responder a las preguntas de los niños, a esas preguntas que les van surgiendo. No es una cuestión de edad, sino de madurez.

-El Satisfyer parece la solución mágica para el placer femenino. ¿Lo es?

-Es Satisfyer está muy bien, pero creo que se está usando muy mal. Es como estar en la cima de la montaña, pero puedes subir siempre en teleférico o hacerlo de otra manera. ¿Sabes lo que te da «power» de verdad? Ir entrenando, subiendo a tu ritmo, llegar tú caminando... El Satisfyer te da un orgasmo rápido, pero no quedas igual. Lo importante es saber tener orgasmos terapéuticos, que no son otra cosa que llevar a mi cuerpo, a mi mente, a un estado de relajación. Desde ahí tener un orgasmo no tiene nada que ver. Ni el orgasmo ni cómo te quedas después.

-¿Es normal que una mujer no tenga orgasmos en sus relaciones sexuales?

-No. Es algo muy frecuente, pero no es normal. Es algo que aceptamos por constructo social, por poca información o por sensación de no merecimiento. A veces hay tanto tabú en la pareja... El equivalente en la mujer al pene en el hombre es el clítoris, no la vagina. A través de la penetración se puede llegar al orgasmo, pero es muy complicado si no estimulas el clítoris a la vez. La vagina en la mujer es como los testículos en el hombre. ¡Dile al hombre que llegue al orgasmo estimulándole los testículos!

La guía «Tu cuerpo mola» es de la misma colección que el libro «La regla mola», educación sexual dirigida a niñas y preadolescentes
La guía «Tu cuerpo mola» es de la misma colección que el libro «La regla mola», educación sexual dirigida a niñas y preadolescentes

-¿Cómo preparamos a nuestras hijas para la primera regla?

-Si a los 9 años una niña que está desarrollada no está preguntando nada, igual sí sacaría el tema. Tendría materiales. Puedes decirle: «No te preocupes, porque antes de la regla viene el flujo». Que ellas no pregunten es raro.