Teresa López, actriz: «Hable de lo que hable, siempre me insultan por gorda»

ALEJANDRA CEBALLOS LÓPEZ / S. F.

YES

Hace un año debutó con «Gordas», la obra que coprotagoniza, y desde eso, Teresa no ha dejado de cosechar éxitos. Las entradas se han agotado cada semana desde el día del estreno y sus seguidores en redes siguen creciendo, tiene 700.000 en TikTok

18 nov 2022 . Actualizado a las 15:36 h.

Actúa desde los 4 años, pero no fue hasta el año pasado que logró una oportunidad fija en los escenarios. Teresa López Cerdán (Albatera, 1994) no tiene un cuerpo delgado, pero eso no ha sido un impedimento para triunfar. Gordas, la obra que coprotagoniza es la confirmación de su valor como actriz.

  —¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?

—Ser actriz es complicado de por sí, y serlo con un cuerpo no normativo todavía más. Yo empecé a hacer teatro a los 4 años, me empecé a formar profesionalmente en el 2012, pero no conseguía ninguna oportunidad. En el 2021 actué en Gran Vía con una obra escrita por Carlos Mesa, que también es amigo mío. Posteriormente, con él decidimos montar nuestra propia compañía: Bendita Inocencia. También es una escuela de teatro.

 —¿Cómo surge «Gordas»?

—Un día Carlos Mesa vino y me dijo: ‘Si queremos montar un proyecto que realmente nos mueva, ¿por qué no transmitir al mundo tu mensaje a partir del teatro? Hablemos de gordas’. Ese momento fue cuando realmente conseguí mi espacio en el mundo cultural junto a Mara Jiménez, pero al final la oportunidad nos la hemos tenido que dar nosotros mismos, porque no existía.

  —¿Cómo definirías «Gordas»?

— Lo que hacemos es interpretar distintos personajes que viven situaciones diversas para acabar demostrando que, a pesar de ser gordas, somos actrices válidas, profesionales con formación, tablas y mucho talento.

 —La obra ha sido un éxito total…

—No deja de ser algo superllamativo y novedoso que dos gordas haciendo teatro, solo con un sofá para llenar el escenario, logren agotar las entradas semana tras semana desde hace un año. Estamos flipando. No entendemos qué está pasando. Sabemos que el guion es bueno, la dramaturgia también, la puesta en escena nos parece superlimpia y superpráctica…

 —¿Qué significa el teatro en tu vida?

—Ha sido la base de mi amor propio. Desde los 4 años fui gorda, a partir de los 9, mucho más, pero al final fui una niña gorda que creció con un público aplaudiéndole. Yo siempre he tenido la suerte de que cada vez que actúo me llevo el calor del público. Entonces, me subo a un escenario, me miran 200 o 300 personas, y de ellas obtengo sonrisas, aplausos y validación. El teatro ha sido lo que me ha hecho construirme una autoestima tan férrea, porque siempre me he demostrado que, tenga el cuerpo que tenga, lo importante es lo que sé comunicar.

—Y en redes, ¿cómo fue creciendo esta conexión con la gente que te sigue?

—En septiembre del año pasado todavía estaba trabajando de teleoperadora en atención al cliente. De repente decidí dejarlo todo para subirme al barco de Gordas, me pedí una excedencia y a raíz de no tener un trabajo de oficina, me pude dedicar a crear contenido y empezó a crecer mi comunidad. Me descargué TikTok en diciembre y en marzo tenía medio millón de seguidores, ahora tengo 700.000. Los números son increíbles, mi comunidad es lo más sano, respetuoso y bonito que hay. Me hacen sentir en un espacio seguro.

 

View this post on Instagram

A post shared by Teresa LoÌpez Cerdán (@teresalopezcerdan)

—¿No te has encontrado con «haters» de los cuerpos disidentes?

—Yo siempre decía que no recibía odio por ninguna parte. Tengo una comunidad sanísima. Pero a más seguidores, por temas de probabilidad, apareces en perfiles de personas que no te siguen y muchas de ellas practican la gordofobia. No hay ni un solo día en el que yo no tenga que leer un comentario en el que se me insulte por tener sobrepeso. Aunque me ponga a hablar de una película, no falta el: ‘¿Qué dice la gorda esta?’, ‘Deja de comer Big Mac’, ‘Apúntate al gimnasio y no veas tanto cine’. Tío, literalmente te estoy hablando de cómo me parece el argumento de una película y en lo que te fijas es en mi físico. Yo entiendo que cuando lanzo un mensaje que sea contra la gordofobia, estos comentarios tienen que llegar, pero que cuando estoy hablando de cosas que no tienen nada que ver con el cuerpo igual se me tire por tierra, es complicado.

—¿Crees que los sanitarios influyen de alguna manera en el discurso de la gordofobia?

—Claro, los médicos se respaldan en «delgadez igual a salud y sobrepeso igual a enfermedad». Ellos son referentes para nosotros, confiamos en su palabra porque son los encargados de mantener la salud de la población, si ellos utilizan ese argumento, los demás los secundamos.

—¿Has sido víctima de este discurso?

— Sí. Hace poco me dolía una rodilla, pero no he pisado un centro de salud. Prefiero aguantar dolor a ir al médico y que me hable de la obesidad y me saque panfletos para hablar del ataque al corazón que me va a dar dentro de diez años. Al final he ido a un amigo traumatólogo, me ha recomendado fortalecer el cuádriceps, sin hablar de mi peso y ahora estoy divinamente.

—En «Cerdita», de Carlota Pereda, se pone de manifiesto que las familias tradicionales pueden ser escenarios de mucha discriminación...

—Creo 100 % que la familia es la base sobre la que se establece tu forma de ver el mundo. La familia tradicional sigue arraigada a lo que se ha dicho toda la vida, pero se ha demostrado que mucho de eso no es verdad y que hay familias muy distintas o disfuncionales. Si seguimos los mismos modelos de siempre, será muy complicado hacer que los niños puedan avanzar, ellos no nacen odiando su cuerpo, u odiando a los demás.

—Laura Galán, la protagonista, dice que hay muchas personas que hacen «bullying» sin saberlo, ¿qué piensas de esto?

—Es algo muy complicado, yo no creo que únicamente haya que atender a las víctimas del bullying, también hay que atender al niño que lo practica. Quiero pensar que quien hace esto lo hace desde el desconocimiento y desde el no tener ni idea de qué causan sus actos. No tenemos que tener el foco únicamente en la víctima, porque al final la hacemos responsable de lo que está sufriendo. Hay que atender a la persona que practica el bullying, enseñarle qué es lo que está provocando…

—¿Crees que como sociedad hemos avanzado al menos un poco en estos temas?

— En el tema gordofobia, sí, 200 %, aunque solamente sea de parte de las propias mujeres gordas, que es a quienes soy cercana. Con todo el movimiento en redes sociales, y la revolución que se ha gestado, por ejemplo, con mi compañera Croquetamente, o conmigo misma. Todas las mujeres hemos puesto límites, hemos empezado a vestirnos como nos daba la gana y hemos servido de ejemplo para que el resto de mujeres gordas pongan los mismos límites. No sé si el resto de la sociedad está preparada para vernos avanzar, pero nosotras definitivamente sí.

—¿Cuál crees que podría ser el siguiente paso para que la sociedad también se encamine a eso?

—A mí me encanta pensar que la clave está en la educación, que desde la infancia se empiecen a dar clases que tengan que ver con salud mental, con alimentación, con la aceptación, con el amor y la empatía. Me gustaría pensar que las nuevas generaciones van a ser más conscientes de los tipos de violencia.

—¿Cómo transmites ese mensaje a los estudiantes de teatro?

—Lo que intentamos hacer en nuestra escuela es crear un espacio para parar, que en Bendita Inocencia, te encuentres un templo para tu cuerpo y tu mente. Es muy terapéutico parar, escuchar a tu cuerpo y ser consciente de qué partes te duelen, qué se mueve más fácilmente, lo que más te gusta de ti... Una vez que has conseguido eso, empezar a vivir con empatía hacia otras personas. Eso es el teatro. Lo que nosotros creemos es que todos somos capaces de todo con los motivos adecuados. Te preguntas: «¿qué me tendría que pasar a mí para hacer lo mismo que este personaje?» y siempre encuentras un nexo con cualquiera de ellos, hasta el más loco que se te ocurra. Es muy bello para trabajar la salud mental.

—¿Qué proyectos tienes en mente?

—Estoy en un momento de mi carrera que creo que es la cumbre. Por ahora seguir con la compañía, la escuela y con Gordas, que se va de gira, por ahora a Valencia, Barcelona, pero la idea es ir a todas las comunidades.