Nunca una canción había sonado tanto en el mundo como «Despacito». Su autor dice no querer saber por qué. No anhela la fórmula del éxito. Le haría perder la ilusión. Y si algo es Fonsi es un tipo ilusionado. Lo demostrará en A Coruña el jueves 17
13 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cercano, afable y optimista se muestra Luis Fonsi (Puerto Rico, 1978). Dentro y fuera del escenario. «Intento parecerme más al músico que empezó hace 27 años que al del éxito global», confiesa. Aunque el éxito es consustancial a su trayectoria. Especialmente desde que en el 2017 firmó una de las canciones más escuchadas de todos los tiempos. A partir de ahí llegaron muchos más éxitos, colaboraciones con grandísimos artistas, un sinfín de conciertos y de giras y hasta programas de televisión. El viernes 17 actúa en el anfiteatro del parque de Santa Margarida, en A Coruña. Pero a Galicia llegará antes. «Adoro tanto Galicia que esta vez voy a ir con mi familia unos días antes para que la conozcan».
—Llegas en el marco de una gira en la que celebras tus 25 años en la música.
—En realidad son 27 años ya. Pero han volado, ¡eh! Te juro que no siento para nada que hayan pasado más de 25 años desde que lancé mi primer disco.
—¿Qué queda en ti de aquel Fonsi del año 98?
—Queda todo. Obviamente, hay cosas en las que uno ha madurado. En el 98 ya sabía que me gustaba la composición y tenía mil ideas grabadas, pero no me atrevía a escribir una canción y mucho menos a presentársela a alguien. Yo lo único que quería entonces era que alguien me diera la oportunidad de entrar a un estudio a grabar canciones. Y ahora, 27 años después, sigo sintiendo la energía de aquel jovencito de 18 años. Esa ilusión es la que me mantiene sonriendo y disfrutando el camino.
—Siempre dices que «Despacito» marcó un antes y un después en tu carrera y en tu vida. ¿Qué echas de menos del Luis Fonsi de antes de «Despacito»?
—Está claro que Despacito es la canción que más gente conoce y la que más números tiene, pero yo no creo que haya sido la más importante de mi carrera. ¡Ojo!, que lo que viví con esa canción jamás en mi vida yo me lo podía esperar. Pero musicalmente hablando yo creo que fueron más importantes Imagíname sin ti, que fue mi primer número uno en Billboard con 19 años, o No me doy por vencido, que es una composición mía que estuvo de número uno en Billboard durante 23 semanas, algo que pocas veces había pasado en esa lista... Son canciones que van mucho más allá de haberse convertido en un éxito. Son temas que cuando los canto, siento cosas diferentes. No sé... Todas las etapas han sido importantes. La carrera del músico es una constante búsqueda en la que uno nunca sabe qué se va a encontrar. Aún hoy, sigo sin dar nada por hecho. Simplemente hago mi música con el corazón en la mano y eventualmente me encuentro con cosas interesantes y maravillosas. Hoy, 27 años después, miro hacia a atrás y le sonrío a la vida y le agradezco todo lo que he aprendido.
—¿Cuál ha sido el momento más bonito de estos 27 años?
—Me voy al comienzo de mi carrera. Fue la primera vez que actué en el teatro Bellas Artes de Puerto Rico. Era un teatro por el que de niño pasaba por delante y decía: «Algún día yo voy a cantar ahí». Jamás olvidaré el día que estando allí, en el backstage, pensé: «Esto es un sueño de niño cumplido».
—¿Y el momento más difícil?
—Compaginar momentos difíciles a nivel personal, que todos atravesamos en la vida, y tener que salir al escenario y poner buena cara, como que nada está pasando. Eso es algo que, no importa la profesión, todos tenemos que hacer en algún momento, lo que pasa es que cuando eres una figura pública y todo el mundo quiere verte una sonrisa, esconder algo difícil que uno está atravesando por dentro no es fácil.
—¿El momento más inesperado?
—Lo que viví con Despacito a nivel global. Todavía hoy no tengo muy claro, y no lo quiero tener, por qué paso. No lo quiero entender nunca.
—¿Y el momento que nunca llegó?
—Estoy seguro de que hay cosas que no han llegado, pero fíjate que no siento que todavía haya algo demasiado pendiente. No han llegado colaboraciones que me gustaría que llegaran, pero no siento frustración por ello. Al contrario, me llevan a pensar que aún me falta mucho por hacer.
«‘Despacito’ no ha sido el tema más importante de mi carrera»
—Ya estás grabando un nuevo disco, ¿qué podemos esperar de cara al futuro?¿Vamos a descubrir un Fonsi nuevo?
—Ya hay varias canciones que me tienen muy emocionado. Y sí, pienso que si todo se da como se está dando, voy a sorprender mucho. Ahora mismo tengo una canción guardadita en el bolsillo que es muy distinta a las cosas que he hecho en el pasado. De hecho, me asusta un poco el que sea tan diferente. Pero a la vez, ese susto es lo que me emociona. Es una locura.
—¿Sientes la necesidad de estar en el día a día del vertiginoso contexto de la escena musical actual o a veces dices: «Yo sigo siendo de la vieja escuela»?
—Yo creo que estoy en un punto medio bien bonito. Aprendí de la vieja escuela, de las grandes voces clásicas, donde no había mucha tecnología a la hora de grabar, pero al mismo tiempo celebro donde está la música hoy día y aprendo de las nuevas generaciones. Creo que he sabido balancear ambos mundos. Me gusta trabajar con diferentes compositores y me dejo llevar. No soy terco ni de esas personas que dicen: «Yo hago las cosas a mi manera». Pensar así en esta industria es un error. Uno tiene que tener mucha humildad y mucha valentía a la vez. Y, sobre todo, hacer siempre cosas que te representen.
—¿Qué representa Luis Fonsi?
—Represento honestidad. Me siento como una especie de mensajero de mucha gente que quiere decir algo, pero no sabe cómo decirlo y yo tengo la oportunidad de hablar un idioma bien bonito que es la música. Inclusive soy un mensajero para mí mismo, porque yo a la hora de hablar no tengo facilidad de palabra como para expresar lo que verdaderamente quiero decir. Pero, de repente, me pones una guitarra, le pongo una melodía y siento mucha más libertad y más verdad a la hora de expresarme.
—En España, muchas personas han descubierto a la persona que hay detrás del artista gracias al programa de televisión «La Voz». ¿Qué te aporta ese formato?
—A mí La Voz me vuela la cabeza, me encanta. Cuando digo en Estados Unidos que me voy otra vez para España a grabar La Voz, siempre me preguntan: «¿Pero vas otra vez? ¿Qué te dan allí?». Y yo les digo que es que es un lugar muy especial. Estar hablando de música y de canciones en todo momento con gente que llega con una ilusión y una energía tan bonita, te llena a ti también de esa energía. Para mí, La Voz es una medicina. Aunque uno sufre mucho también, porque tiene esos momentos en los que te obliga a elegir y te juro que se te parte el corazón en mil pedazos. Pero lo disfruto mucho porque es un formato muy positivo, muy sano y muy familiar. Y todos ganan. Al final de la temporada hay un solo ganador, pero los que no ganan no son perdedores. Y sí, es cierto que ayuda mucho a que la gente conozca a la persona que hay detrás de las canciones. Muchas personas me dicen: «Ay, yo pensaba que tú eras bien serio». Y yo siempre les digo que no. Obviamente algunas veces me toca cantar canciones serias, pero yo soy una persona superinquieta, bromista y alegre.
—¿Cuál es el consejo recurrente, el mensaje que más veces le trasladas a los concursantes?
—Que no tengan miedo. Que no tomen decisiones con miedo a caerse. Que los valientes y los que se arriesgan son los que triunfan. Hace muchos años un compositor cubano me dijo: «Camina para que te vean». Y así es. Si no sales a caminar, nadie te va a ver. Entonces, siempre les digo que rompan a cantar en todos los rincones del mundo que puedan.
—¿Qué nos vamos a encontrar en el concierto del jueves en A Coruña?
—Antes que nada, te diré que estoy contentísimo de regresar a Galicia. Cada concierto que he tenido la oportunidad de hacer ahí ha sido increíble. El gallego es un público supermusical. Para esta ocasión estamos preparando algo muy, muy bonito para sorprender al público. Con canciones desde el comienzo de mi carrera hasta ahora. Viviremos momentos románticos con baladas que tienen mucho sentimiento y celebraremos toda la parte rítmica con mucho baile y mucha energía.
—¿Qué te gusta especialmente de Galicia y qué te llevas cuando te vas?
—Primero, la comida y el marisco, porque soy muy comilón. Me encanta el verde de las montañas, el clima... Me encanta Galicia. De hecho, esta vez iré unos días antes porque quiero llevar a mi familia para que conozcan Galicia.