Con un solete Repsol, esta bocatería es una ventana abierta a otro tipo de gastronomía en tiempos de intelegencia artificial, que aúna la tradición ganadera con la creatividad y el márketing
29 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La innovación gastronómica avanza en muchos frentes. No solo en la cocina, donde está el corazón, sino también en todos los escalones de la cadena hostelera. Una de las raíces está en el producto, que nos recuerda a la aldea, y otra en la buena combinación de la producción ganadera, con estándares de calidad, con la presentación, el márketing y la puesta en escena. La otra raíz está en el proceso de elaboración de todos los ingredientes de un producto, que se puede servir en diferentes soportes. Chichalovers es un ejemplo de ruptura de muchas convenciones. El modelo disruptivo nace de la mano de Graciela y Darío, con raíces en una ganadería y una carnicería, él; y en la gastronomía, la creatividad y el márketing, ella. Aunque formalmente puede considerarse una bocatería, con espacio para seis-ocho personas (se puede reservar o comprar para llevar), es mucho más: es una nueva dimensión de la restauración actual de la mano de carnes de una granja familiar y pan artesano local. Es un modelo que sitúa el bocadillo de chicharrones en el centro de una oferta que navega entre un restaurante de nuevo cuño, especializado en bocatas, y los bares de bocadillos de toda la vida. Chichalovers, con solete Repsol, bocadillo mensual preparado por un cocinero de los mejores establecimientos de la ciudad, es una ventana a otra gastronomía posible en tiempos de inteligencia artificial.
El plato estrella: Ai, miña nai!
Panceta y lomo. Los chicharrones son la base del plato. El producto procede de la carnicería de la familia de Darío. Son panceta y lomo cocidos a fuego muy lento, a los que se le retira parte de la grasa, se envasan al vacío y se preparan, por raciones, a la plancha. Se les añade queso de Arzúa. Luego se meten en un pan tostado artesanal, tras una dosis de calor.
Recomienda: Arredemo y Unha porcallada
Arredemo —chicharrones, pepinillo agridulce y chipotle picante— y Unha Porcallada —brioche con chocolate, crema de manises, banana y frambuesa—.