Después del «blue Monday»...«Bluedy» Mary
Remedio habitual contra las resacas y un clásico para muchos en vuelos de larga distancia, es un trago picante y sabroso perfecto para empezar la semana y dar carpetazo al día más triste del año
Después de una temporada de excesos, creo que lo mejor es algo que nos recupere un poco, a la vez que nos aporta algo de vitaminas. Es el momento de tomar un Bloody Mary. Posiblemente todos hemos oído hablar de este cóctel y, seguramente, siempre relacionado con su utilidad como cura de la resaca o como trago habitual en los aviones durante un vuelo.
Sus orígenes se remontan a la década que comprende entre 1920 y 1930, con diversos bares y barmen atribuyéndose su invención. Normalmente, se adjudica su creación al New York Bar de París (posteriormente Harry’s Bar). Según cuentan, fue una de esas recetas hechas al momento y, al principio, consistía simplemente en vodka y zumo de tomate.
El nombre del cóctel también es motivo de controversia, siendo la explicación más extendida la que se vincula a la reina Maria I de Inglaterra, apodada «María la Sanguinaria» (Bloody Mary en inglés). Seguramente sean las vitaminas del zumo de tomate y el limón combinado con el picante y el toque de alcohol lo que sirva de ayuda contra la resaca, pero la verdad es que es un trago muy habitual a la hora del brunch.
Sobre su popularidad en los aviones, la verdad es que se ha demostrado científicamente que el zumo de tomate sabe mejor bajo las condiciones de una cabina. Los cambios de presión y humedad hacen que la sensación sea similar a un resfriado y eso evita que los sabores terrosos de un jugo de tomate aparezcan, con lo que su frescor, acidez y mineralidad surgen más pronunciadamente.
En cuanto a la receta, hay infinidad de opciones. Desde las más simples con vodka y tomate hasta otras más complejas con gambas, jugo de almeja, bacon, eneldo o cualquier elemento más presente en un plato de un desayuno que en un vaso. La base alcohólica también puede variar, teniendo la opción de ginebra (llamado Red Snapper) como la segunda más popular, pero sin descartar la de tequila o la de whisky.
Hoy nos vamos a quedar en una receta intermedia:
- 40ml de vodka infusionado con apio, chiles y pimienta negra.
- 100ml de jugo de tomate
- 15ml de jugo de limón
- 2 golpes de salsa Worcestershire
- Tabasco
- Sal y pimienta negra
Comenzaremos infusionando 500ml de vodka con 5 tallos de apio cortados a la mitad, 3 chiles rojos picantes (podemos cortar uno a la mitad si nos gusta el picante) y unos 10 granos de pimienta negra en un tarro con cierre hermético.
Lo dejaremos infusionar durante unas 12 horas, podemos probarlo hasta conseguir el sabor que nos resulte más agradable. Una vez infusionado lo colaremos y guardaremos en una botella para su uso posterior.
En una coctelera con hielo verteremos todos los ingredientes, teniendo en cuenta que el tabasco es al gusto, al igual que la sal y la pimienta. No es recomendable pasarse, ya que nuestro vodka ya tiene un toque picante.
Este cóctel no se debe agitar fuertemente, por lo que recomiendo «rotar» la coctelera, es decir, darle un par de vueltas sobre su centro para mezclar los ingredientes. Haremos esto para mezclar los ingredientes sin tener que aguarlo en exceso y perder el sabor del tomate.
Una vez mezclado, lo vertemos en un vaso alto con un par de piedras de hielo y lo decoramos con una ramita de apio y pimienta.
Comentarios