El miedo al gas radón ya afecta a las operaciones inmobiliarias

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

Los clientes quieren descartar la presencia de losas de granito en los terrenos

12 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El precio y la situación ya no son los únicos factores que empujan a los compradores a decantarse por una propiedad u otra. La presencia de radón preocupa, y mucho, a quienes están interesados en levantar una vivienda sobre terrenos de la comarca, una de las más castigadas por el gas radiactivo, tal y como se refleja en un mapa elaborado por el Laboratorio de Radón de Galicia y en el que, a excepción de Lousame y Mazaricos, todos los concellos se tiñen de rojo. Inmobiliarias de Barbanza comienzan a detectar el interés de los clientes por conocer los niveles de radicación de la zona en la que pretenden adquirir parcelas.

Conocer el material de asentamiento de una casa es clave a la hora de prevenir las emisiones, y la presencia de losas de granito es la principal inquietud de los compradores. El miedo no está infundado, ya que el gas radiactivo procede de la descomposición del uranio presente en la corteza terrestre y se ha demostrado su relación con el cáncer de pulmón. Ribeira es el municipio gallego con la tasa de mortalidad más alta.

Sistemas de desgasificación

Se puede construir contra el radón. Los expertos creen que la mejor medida es la prevención con sistemas de desgasificación.

En los últimos años se han realizado mediciones de radiación en terrenos con unas sondas específicas, pero los datos que arrojan no siempre son concluyentes.

El miedo es libre y en Barbanza comienza a afectar al sector inmobiliario. Juan Miguel Barros, director del Laboratorio de Radón de Galicia, asegura que lo único que se puede hacer para evitar las radiaciones es construir contra ellas: «No se puede prohibir levantar una casa en una zona granítica, lo que debemos hacer es tomar las medidas arquitectónicas necesarias para que no afecte a nuestra salud, más aún teniendo en cuenta que este es un territorio de alto riesgo».

Este año es clave para que las Administraciones tomen medidas que protejan a la población. La Directiva del Consejo Europeo indica que no deben superarse los 300 becquerelios de radiación por metro cúbico en viviendas y lugares de trabajo y la normativa debe extenderse a todos los países. Más del 10 % de hogares de Ribeira, Muros, Noia y Outes superan esta medición y Boiro y Rianxo rozan la cifra. Barros cree que hasta que no se controle la instalación de los sistemas de desgasificación en las edificaciones, la población no estará protegida e insiste que en que hay que empezar a construir cuanto antes a prueba de radón: «No se debería comprar ni una sola casa sin el informe de un laboratorio que descarte los altos niveles de radiación. En Estados Unidos, sin este documento no se puede efectuar la transacción».

El número de medidores instalados en Outes asciende a un centenar

La parroquia outiense de Cruceiro de Roo está en el punto de mira por los casos de cáncer registrados en los últimos años. Los vecinos, alertados por los diagnósticos, comenzaron a movilizarse y el Laboratorio de Radón de Galicia accedió a realizar una investigación para determinar si el gas radiactivo es la principal causa para el desarrollo de esta enfermedad o si, por el contrario, son otros factores, como la genética o la edad.

El estudio se llevará a cabo con un análisis de los datos que arrojen los medidores instalados en casas libres de la enfermedad y en otras donde sus habitantes no han tenido la misma suerte.

El número de aparatos se ha incrementado hasta un centenar y el reparto entre los vecinos finalizó esta misma semana. Está previsto que los medidores aporten resultados fiables en un par de meses.

El médico de la localidad José María Dios cifró en un total de 86 los diagnósticos de cáncer entre sus vecinos desde el 2015.