El barrio de Monte Alto, en A Coruña, está en alerta: «No vamos a permitir un narcopiso más»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Los vecinos han creado grupos de WhatsApp para avisarse si detectan alguna okupación o robo y vigilan las calles para evitar nuevos allanamientos porque, dicen, están seguros que los desalojados recientemente «están buscando una casa»

09 feb 2024 . Actualizado a las 09:54 h.

Lo único que molestaba este jueves en Monte Alto era el viento. Ni robos, ni okupas ni gente pidiendo. Ni rastro de los que abandonaron el narcoapartamento de la avenida de Hércules, ni de los que el miércoles intentaron okupar un edificio entero en Santo Tomás después de salir corriendo del número 5 de la calle Washington tras la concentración vecinal.

Por el momento, la tranquilidad volvió a esa zona del barrio. La policía, que incrementó su presencia en la zona —no paran de pasar patrullas del 091 y del 092—, está convencida de que «durante un tiempo los traficantes no se dejarán ver porque saben que estamos muy encima». No solo la autoridad los vigila. Los vecinos y comerciantes andan con los ojos muy abiertos, avisándose entre ellos a través de grupos de WhatsApp. Este jueves sospechaban que habían okupado una casa de planta baja en la calle Colón. Varios vecinos acudieron al entorno para ver si era cierto y comprobaron que se trataba de un rumor. «Sabemos que están buscando, que viven del trapicheo y a estas alturas de la película no se van a poner a trabajar», decía una mujer que recorrió tres veces esa vía para cerciorarse de que el lugar permanece en orden. «Si okupan un piso hay que llamar rápido a la policía y que no pasen 48 horas, que si no es imposible echarlos», añade. Y si eso pasa, «nos volvemos a concentrar hasta echarlos del barrio para siempre».

Los que manejan los narcopisos «son gente del barrio de toda la vida. Nacieron aquí y los conocemos muy bien», asegura una mujer mientras observaba este jueves cómo aseguraban con una persiana metálica el edificio de la calle Santo Tomás que sufrió el intento de okupación.

Su esposo explicó que los vecinos están volcados en que «no se vuelva a repetir lo que soportamos durante meses en la avenida de Hércules, por eso cuando alguien ve algo raro, un tipo que no gusta o a uno de esos que conocemos de toda la vida merodeando por alguna calle, avisa por el móvil». 

Personas mayores

Dicen que los que peor lo están pasando son las personas mayores que viven solas. «Tienen miedo, por ser asaltadas en sus casas o porque les okupen la vivienda de enfrente», dicen desde la asociación de comerciantes.

Por su parte, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Miguel Lorenzo, contestó este jueves a la alcaldesa, Inés Rey, que el miércoles responsabilizó a los populares de alentar «las actitudes violentas de los vecinos». Lorenzo volvió a insistir en la inseguridad en el barrio: «Si yo fuese alcalde, hubiese convocado la junta local de seguridad el primer día, con vecinos y comerciantes de Monte Alto, para escucharlos y encontrar una solución. A día de hoy, con todo lo que ha pasado, se demuestra que la alcaldesa no escucha a los vecinos».

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La policía desaloja con una orden judicial el bajo conflictivo de la travesía de A Gaiteira

El bajo de la travesía de A Gaiteira tantas veces denunciado por la policía fue este jueves recuperado por su dueño. La policía se presentó a primera hora de la mañana con una orden judicial y echó a los okupas que llevaban meses traficando con droga. Lo habían alquilado, solo pagaron el primer mes de renta y ahí se quedaron hasta que el juzgado dio la orden del alzamiento.

Durante mucho tiempo, en el inmueble salían y entraban decenas de toxicómanos durante las 24 horas del día. El local está protegido por una verja que siempre estaba medio abierta. Pero no bastaba con agacharse para entrar, pues hay una puerta interior cerrada que solo se abría desde dentro si el que llamaba era de confianza.

No solo la okupación fue el problema. Los vecinos y hosteleros también denunciaron decenas de veces lo que eso generaba, pues alrededor de ese bajo «no se veían más que toxicómanos, personas pidiendo en las calles y terrazas, causando todo tipo de altercados».

Los vecinos y comerciantes de la zona de A Gaiteira llevan años viviendo situaciones similares. La policía, tanto en ese barrio como en O Castrillón y Os Castros, desarticuló varios puntos de venta de droga.