Valentín González Formoso, secretario xeral del PSdeG: «En las elecciones a la Xunta devolveremos el 'sorpasso', pero al PP»

ELECCIONES 23J

Desde hace ocho años Valentín González Formoso tiene en la presidencia de la Diputación de A Coruña su cargo más visible. Acaba de renovar por otro mandato.
Desde hace ocho años Valentín González Formoso tiene en la presidencia de la Diputación de A Coruña su cargo más visible. Acaba de renovar por otro mandato. MARCOS MÍGUEZ

No pide adelanto electoral ni confirma que se presentará a las primarias

29 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Valentín González Formoso es un tres en uno de la política. Por orden cronológico, tiene el bastón de mando de As Pontes, preside la Diputación de A Coruña y desde hace casi dos años es el secretario xeral del PSdeG, lo que le coloca como presumible candidato a la presidencia de la Xunta, con permiso de unas primarias que se celebrarán en un mes.

—El día de su investidura en la Diputación pidió la colaboración de la Xunta. ¿Qué le pide a Rueda?

—Tenemos dos colegios y centros de menores que no son de nuestra competencia, llevamos años pidiendo que los asuman.

—¿También le reclama un adelanto electoral?

—No, esa competencia es suya, hay que ser serios y ya han jugado demasiadas veces a adelantarlas. Nosotros estamos preparados para afrontarlas. Vamos a iniciar un proceso de primarias para elegir a nuestro candidato o candidata para la Xunta que será a principios de septiembre. Esperamos que cuando convoque las elecciones sea en base al interés general y no al particular.

—El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, ya pidió esta semana el adelanto.

—Bueno, en cualquier caso mi obligación es respetar los tiempos del presidente de la Xunta, que tiene esa prerrogativa, y enviar un mensaje a la sociedad de que el Partido Socialista está ilusionado para afrontar ese reto.

—¿Animará a José Ramón Gómez Besteiro a presentarse a las primarias?

—Creo que todo el mundo es lo suficientemente mayorcito para tomar sus propias decisiones.

—Usted lo apoyó públicamente.

—Por supuesto, pero igual que puede haber otros compañeros y compañeras.

—¿Se presentará usted?

—Por respeto a la militancia, ese tipo de anuncios hay que hacerlos cuando se abra el proceso. Debemos sentirnos muy orgullosos con este ejercicio de democracia interna. Aún queda por definir el plazo, dependemos de Ferraz.

—Su sintonía con el BNG en la Diputación parece que no tiene fisuras.

—Pero hay debate, intercambio de opiniones, pero sobre todo generosidad. Hay opiniones diferentes y al final se impone la cordura y el interés común.

—Pero les deben un «sorpasso» a nivel gallego.

—Y lo va a haber. Pero será al Partido Popular.

—¿Y si llega el «sorpasso» y el PSOE no es la segunda fuerza?

—Es que el PSOE va a ser la primera [sonríe].

—Dijo hace un año que la gente de centro no está de acuerdo con un partido que quiere que Galicia sea una república independiente. Esta semana Ana Pontón expresó que son «nacionalistas y punto».

—Nosotros somos un partido autonomista, federalista, y socialdemócrata, y sobre todo internacionalista y europeísta. El Bloque tiene que definirse a sí mismo, yo no sé cuántas almas tiene: el alma de Néstor Rego, que dice que Galicia tiene que ser una república independiente, u otra alma que esté conforme con ser una autonomía. Pero a nosotros nos da igual, lo que queremos es compartir camino con formaciones políticas que sepan que lo importante es la parte progresista de un proyecto, no la parte identitaria. La parte identitaria separa siempre de la pacificación de un país, siempre genera complejos como sociedad, genera más problemas difíciles de solucionar.

—Mientras Pontón decía lo de «nacionalistas e punto», usted en Rianxo reclamaba una reforma del estatuto de autonomía. Es como si los dos partidos diesen un paso de acercamiento.

—El PSdeG es el único partido que apoyó con su voto favorable los dos estatutos de autonomía de Galicia, el del 1936, cuando la derecha no votó a favor, y el de 1981, cuando los nacionalistas no lo apoyaron. No podemos entender que en 15 años de gobierno popular de Núñez Feijoo, la Xunta no haya asumido ninguna nueva competencia. Otros territorios sin identidad histórica han sido capaces de asumir más competencias, por ejemplo en Costas, como Andalucía o Baleares, algo que en Galicia no se puede hacer porque no ha reformado su estatuto. En la pandemia, algunas comunidades podían gestionar de forma más ágil algunas medidas que requieren la protección de un decreto ley, y en Galicia no tenemos esa figura. Hay cuestiones que toca actualizar.

—¿En qué caladero cree que pescará más votos una candidatura gallega de Sumar?

—Históricamente solo ha habido cambio en Galicia cuando los socialistas somos la alternativa. La concentración de voto progresista en el PSOE ha frenado a la derecha en España y es la que impulsará el cambio en Galicia.

—Sobre el 23J, mucho azul en el mapa de Galicia para su gusto.

—Bueno, si tenemos en cuenta que el candidato del PP era el presidente de la Xunta hasta hace unos meses, pues ese efecto hace que sea lo esperado ese azul.

—¿Sabe que hay un Concello en el que el PSOE se quedó a 22 votos del PP?

—Me suena, creo que es el de As Pontes, donde vivo.

—¿Y eso escuece?

—Es anecdótico, claro que hubiera preferido tener 22 más y figurar como uno de los tres donde venció el PSOE. Pero lo importante es la sensación general, me he encontrado cantidad de gente contentísima con los resultados del día 23, aún sabiendo lo difícil que va a ser la gobernabilidad e incluso la conformación de gobierno. Pero el hecho de que la sociedad despertara la última semana y dijera no a las políticas de derechas más extremas del propio Núñez Feijoo, que desde que es presidente del Partido Popular está mostrando su parte más extrema, más conservadora, yo creo que ha sido un triunfo.

«Hay zonas de Galicia donde las pensiones son más que las nóminas, es peligrosísimo»

Nadie en la historia moderna de la Diputación de A Coruña había repetido tres veces consecutivas como presidente, algo que acaba de conseguir Valentín González Formoso.

—Pero en la noche del 28M ardían las calculadoras.

—Bueno, creo que hicieron más números en la oposición que nosotros. Por primera vez en tres mandatos tenemos mayoría absoluta en el gobierno, es un dato importante. Pero es cierto, nunca hay la holgura suficiente para dormir tranquilo la noche anterior.

—Y se perdieron alcaldías y ciudades.

—Por una ola nacional que proviene de Madrid. En el 2019 nos benefició y este año nos perjudicó. Hubo una contaminación del discurso nacional, pero aun así tenemos una fuerza municipal importante en Galicia. Claro que ha habido alguna pérdida relevante, como Santiago, donde sigue gobernando la izquierda aunque no somos nosotros, y Ferrol. El alcalde socialista de Ferrol merecía continuar después de desbloquear cuestiones de más de 30 años del urbanismo, o ayudar a conseguir una inversión que deja 15 años de carga de trabajo en los astilleros. Además, ahora su sustituto va a ser el único alcalde de la provincia de A Coruña que compaginará el cargo con el Senado. O estás en Madrid o estás en tu ciudad.

—El nuevo mandato pivotará sobre la crisis demográfica. ¿Cuál fue el resorte para esa decisión?

—Hay una cifra que es muy peligrosa. Hay una buena parte de la provincia de A Coruña y de Galicia en la que las pensiones son más que las nóminas de la gente, más personas que son carga pasiva para el Estado que activas. Es una ecuación peligrosísima para la sostenibilidad del sistema.

—Otro de los objetivos para este mandato es la protección social de los mayores. ¿Cómo?

—La pandemia hizo asomar un sistema de residencias muy deshumanizadas. Una persona de Betanzos que no encuentra plaza allí a lo mejor se tiene que ir a Ourense. Acabar los días en un lugar con el que no tienes nada que ver habla muy mal de esta sociedad. Tenemos que hacer un esfuerzo para que la gente siga en su entorno con un servicio público. La Diputación comenzará con tres residencias comarcales, en Ordes, As Pontes y Rianxo.