El Atalaya, con base en Ferrol, siguió a tres barcos rusos que entraron en aguas españolas

Los patrulleros de la Armada Atalaya, con base en Ferrol, y Vigía, en Cádiz, realizaron un seguimiento a tres barcos de la Federación rusa que se adentraron en aguas españolas en su tránsito hacia el Mediterráneo oriental. Los buques rusos eran dos militares de asalto anfibio (denominados Iván Green y Aleksander Otrakovsky) y un petrolero. La vigilancia se produjo en dos días diferentes y en puntos distintos de la costa española.

De acuerdo con la información facilitada por el Ministerio de Defensa, el pasado día 21 de marzo, el Atalaya localizaba al grupo de tres unidades rusas mientras realizaba una operación de vigilancia y seguridad marítima en aguas de soberanía española en el noroeste peninsular. Una vez identificados, el patrullero con base en Ferrol los siguió hasta el cruce fronterizo con Portugal, donde fue relevado por la fragata portuguesa Bartolomeu Dias. Esta, a su vez, fue sustituida por el Vigía, que entre los días 23 y 26 de este mes de marzo vigiló el paso de los barcos rusos a su paso por aguas del Golfo de Cádiz. El patrullero español se encontraba realizando cometidos de vigilancia y seguridad marítima, monitorizando la línea de tráfico marítimo que une el cabo de San Vicente con el estrecho de Gibraltar.

Ambos buques españoles participaban en operaciones de presencia, vigilancia y disuasión, bajo control operativo del Mando de Operaciones. El Atalaya está de vuelta a su base ferrolana.

Los barcos rusos tienen prohibido el atraque en los puertos europeos; además, ese país tampoco puede exportar petróleo a la Unión en base a las sanciones económicas impuestas por la Comisión Europea tras la invasión de Ucrania, hace ya dos años. Sin embargo, Rusia intenta saltarse el embargo a su crudo realizando trasvases de ese producto en alta mar. También se lo vende a países aliados como la India, que luego se revende en Europa.

---

---

---