«El final fue bestial, daban igual la hora y el calor»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Camila Magalí, peñista de Norte Celeste
Camila Magalí, peñista de Norte Celeste CEDIDA

La afición del Celta en el Pizjuán, ilusionada desde el primer momento, confió tras el 1-0, vibró con los goles y vio claro que no había penalti de Starfelt

20 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Subraya Camila Magalí, peñistas de Norte Celeste, que los celtistas que se desplazan con el equipo lo hacen «para remar a favor, esté Benítez o quien esté». Pero, dentro da consigna innegociable, ya desde la previa del partido del Sevilla en el que estuvo presente, se notaba una ilusión renovada entre los aficionados que luego se reunirían en la grada visitante. «La gente estaba entusiasmada. El ambiente que se llevaba viendo toda la semana desde que se anunció el cambio de entrenador se notó allí», sostiene Pablo Abreu, miembro de la Peña Celtista de Mallorca que también acudió.

Lo constata Sergio García Velasco, peñsita de Movida Celeste que tampoco se perdió una cita planeada por todos antes de saberse que Claudio Giráldez relevaria a Rafa Benítez. «Por los alrededores del Sánchez Pizjuán, ya se veía muy ilusionados a los celtistas que estábamos. Y cuando vimos la alineación, con Carlos (Domínguez), los Hugos (Álvarez y Sotelo) y ya sabiendo que estaba Damián (Rodríguez) en el banquillo, aún más», cuenta.

 

El 1-0 no hizo mella en ese entusiasmo, coinciden los tres. «Confiaba en la remontada. Se lo dije a mis amigos al descanso. En la primera parte, el equipo me estaba gustando y ellos no hicieron nada. Daba gusto vernos tocando y dominando», añade García. Coincide Abreu: «Nos dio igual, entre comillas, por lo que estábamos viendo. Pasas de una cosa infame a un equipo que propone y te divierte; encima, con canteranos. Se vio claro que esto era otra cosa».

Pablo Abreu, de la Peña Celtista de Mallorca.
Pablo Abreu, de la Peña Celtista de Mallorca.

 

Magalí no pudo evitar sentir el temor de volver a aquello de «les damos un baile y, al final, perdemos» cuando el equipo estaba en desventaja en el marcador. Pero señala que los goles celestes supusieron la euforia y la anulación del penalti, más -celebrándola como un tanto más-, aunque los tres coinciden en que desde su posición, y sumándole la repetición en videomarcadores, tenían claro que no había nada. Al final, se desató la locura. «Fue bestial, daban igual la hora y el calor, no cabíamos en nosotros», dice la aficionada. Ya le tarda que llegue el Celta-Rayo Vallecano para vivir el debut del técnico en Balaídos.