Óscar Mingueza: «Por tiempo y experiencia, de central es donde me siento más cómodo»

Óscar Mingueza García (Santa Perpetua, 1999) vive su segunda temporada en el Celta. Dos años duros con el equipo abonado al sufrimiento, pero aun así, dice que valió la pena apostar por fichar en el conjunto vigués. En lo personal, nunca había jugado en tantos puestos como este curso, en el que incluso ejerció de interior y delantero por la derecha, pero en Sevilla volvió a la posición de central, donde confiesa que se siente más cómodo. No obstante, reconoce que con la línea tan baja de Rafa Benítez, el centro de la zaga no era el mejor sitio para él con los centros laterales. Cree que este Celta no está pensado para el repliegue, sino para ser valiente. Con contrato hasta el 2026, no esconde que su intención es cumplirlo.

—¿Han sido dos años duros para usted, que cambió luchar por los títulos a luchar por sobrevivir?

—El año pasado creo que no merecíamos estar ahí y este creo que merecimos bastante más, pero esta es la realidad y a partir de ahí, la única manera es mirar hacia adelante y conseguir el objetivo de mantenernos en Primera.

—¿Cómo lleva el baile de puestos?

—Bien. Al principio, al estar acostumbrado a jugar siempre de central, ponerme adelante hizo que estuviera un poco perdido en algún momento, pero me acostumbre rápido y la verdad es que muy bien. He disfrutado mucho en posiciones más adelantadas y ahora ya estoy cómodo en la posición que sea.

—¿No confunde un poco a un futbolista cambiar hasta tres veces de puesto?

—Podría llegar a confundir, pero con entrenar y, sobre todo, los partidos, creo que entendí bastante bien el juego y en poco tiempo ya me sentía cómodo.

—El domingo pasado volvió a jugar de central. ¿Es donde más cómodo se siente?

—Es donde más tiempo he jugado, la mayor parte de mi vida. Con este sistema de intentar sacar el balón con tres atrás, que era lo que se hacía en la cantera del Barcelona, y por tiempo y por experiencia, de central me siendo más tranquilo y más cómodo, pero este año vengo jugando en más posiciones y he cogido comodidad en el carril, jugando más arriba. No es un problema en donde juegue.

—¿Qué le pide Giráldez?

—Tener el control del partido, tener la posesión, crear las superioridades donde las podamos encontrar y luego, en defensa, tener unas buenas vigilancias, saltar a presionar todo el equipo, tener a todos metidos para cuando no tengamos el balón, tratar de recuperarlo lo antes posible y que no nos pase como nos pasó ante el Sevilla, porque solo trabajamos cuatro días y nos enfocamos más en la parte de balón, pero debemos evitar esas contras y saber cómo ajustarlo.

—¿Cómo se corrige lo de dejar tantos metros a la espalda entre la defensa y el portero?

—Si quieres jugar con riesgos, hay que asumirlos, pero vengo de jugar toda la vida así, de presionar muy arriba, de tener muchos metros a la espalda y la mejor manera de corregirlo es teniendo unas buenas vigilancias defensivas y, sobre todo, cuando pierdes el balón, la gente que esté cerca, presionar bien. Va a ser muy importante estar bien en los duelos, en las carreras a la espalda, en el juego aéreo y también es muy importante la segunda jugada, que el medio campo y los delanteros, que tienen que ir a presionar cuando se pierde el balón, si hay un golpeo en largo deben venir muy rápido a la segunda jugada porque si estamos tres contra tres y el rebote le cae a sus medios eso nos puede generar peligro. Tenemos que estar muy bien en esos aspectos.

—¿Qué pensaba cuando Benítez decía que no le veía como central?

—Con su planteamiento de estar más bajos, es más fácil que te hagan centros y la verdad es que con centros no es mi mejor posición. Para jugar de central, creo que tengo que tener metros a la espalda, que ahí soy rápido y lo puedo hacer bien y tener el balón. Para su juego, seguramente no fuera mi mejor posición, pero yo estoy aquí para jugar de lo que haga falta y donde me pongan.

—¿Cuál fue el primer entrenador que comenzó a ponerlo de lateral?

—En el Barcelona ya jugaba de lateral en infantiles y en alevines, en cadetes ya fui más central, en el juvenil mucho central y medio y con Koeman volví a la posición de lateral. Al principio jugábamos con tres y jugaba como de central en la derecha y con Xavi, que jugaba con cuatro, volví a jugar de lateral.

—¿Cuesta mucho cambiar el chip de estar en un equipo que siempre tiene el balón a otro que está replegado?

—Es un poco complicado, viniendo de jugar de una manera toda la vida, cambiar a ser tan defensivo, pero son cosas que crea el propio fútbol. Creo que no es lo mejor ni para mí ni para este equipo, que no está cómodo defendiendo tan atrás. Esperamos cambiar eso y poder jugar más valientes.

—Ha participado en todos los partidos de liga y ya batió todos sus récords en Primera.

—Estoy muy contento a nivel personal del año, he tenido muchos minutos, he jugado en muchas posiciones y he disfrutado mucho en el campo.

—¿Esá siendo de sus mejores años en lo personal?

—El primer año en el Barcelona fue muy bueno a nivel individual y este también lo está siendo. Me quedó con estos dos.

—Lleva dos goles y está a uno de batir su mejor marca en una temporada.

—A nivel de goles, estoy igualado con mi primer año en Primera y ojalá pueda dedicar algún golito más.

—Tiene contrato con el Celta hasta el 2026, ¿Se ve en Vigo acabando el contrato?

—Sí. Estoy muy contento aquí, desde el primer momento. La ciudad es increíble, la afición me trata muy bien, los compañeros, el staff, los fisios... todo el mundo me ha tratado muy bien y estoy muy contento.

—¿Pese al sufrimiento ha merecido la pena venir?

—Aunque hayamos sufrido de más, creo que ha valido la pena fichar por el Celta.

Un gol vital con dedicatoria al cielo para la abuela Cecilia

LA VOZ

«Debemos hacernos fuertes en casa, tener nuestra idea y salir a ganar todos los partidos»

En su análisis de la temporada Óscar Mingueza echa la vista atrás y considera que el Celta mereció mucho más en el inicio de temporada, pero los malos resultados fueron empujando al equipo hacia atrás y terminó demasiado enterrado hasta la visita al Sánchez Pizjuán. Recuerda el catalán que tienen cinco puntos de margen sobre el descenso y pide valentía para salir a ganar los partidos. Considera vital hacerse fuertes en Balaídos.

—¿Cómo definiría la temporada?

—Está siendo una temporada un poco difícil, creo que comenzamos jugando muy bien los primeros partidos teniendo mucho balón y creando ocasiones, pero no conseguimos buenos resultados y por la dinámica, el equipo fue tirando para atrás, comenzando a defender más y los últimos partidos nos los jugamos igual, pero en el último, el equipo lo hizo muy bien, tuvo ocasiones muy claras y conseguimos la victoria.

—¿Cómo ve la situación del equipo en estos momentos?

—Es una situación que nos gustaría que no fuera así, pero dependemos de nosotros, estamos a cinco puntos del descenso y hay que centrarse en nosotros mismos. Hay que sacar victorias, sobre todo hacernos fuertes en casa y lo más importante, tener clara nuestra idea y salir a ganar los partidos.

—¿Es clave el partido con el Rayo?

—Es un partido muy importante, estamos peleando ahí con ellos y una victoria en casa sería muy buen chute para nosotros y para la afición. Necesitamos que estén con nosotros como llevan haciendo todo el año.

—¿Por qué le están costando tanto los partidos de casa?

—No sabría qué decir. Comenzamos en casa los primeros partidos jugando bien, teniendo el balón y proponiendo muchas cosas y al ver que no te salen las cosas, que creas más oportunidades que el rival y no te entran, eso va haciendo que tires para atrás. Creo que el equipo no ha sabido jugar defendiendo tan atrás, y ha sido una pena porque al principio de esta temporada hemos merecido mucho más.

—Cambiando de tema y en clave personal. ¿Sigue tocando el piano en Vigo?

—Tengo el piano en casa, pero no le presto mucho tiempo. Ahora, con la niña, cuando me apetece es de noche y no se puede.

—¿Le ha cambiado mucho la vida la llegada de la niña?

—Al final, dependes de ella y tu vida gira en torno a ella y es una etapa muy bonita y también bastante exigente, pero todo merece la pena.

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