Así vivió Chantada el Folión de Carros, 128 años después de la primera crónica

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

CHANTADA

Alberto López

El mejor fue «A serra da Sobreira» y hubo un premio para la «xugada» que tiraba del que recreó «A recolleita do millo»

27 ago 2023 . Actualizado a las 15:55 h.

La fiesta que caracteriza a Chantada, el día con más gente de las fiestas... Todo el mundo saca pecho del Folión de Carros en las aceras abarrotadas de espectadores. El desfile arranca antes de la medianoche del sábado, pero el Folión se vive en esta localidad del sur lucense ya desde primera hora. Por las calles se ven a lo largo de toda la jornada jóvenes y mayores con los trajes con que luego revivirán estampas olvidadas y viejos oficios. Unas grandes plataformas que arrastran parejas de vacas y bueyes les sirven de escenario. En apenas un par de horas, lo que dura el recorrido, se esfumará el trabajo de meses.

«É o traballo dun ano, porque cando remata xa estás a pensar no que vas facer no seguinte», corrige Manuel Pica, presidente de la asociación de Amigos do Folión, que organiza el festejo mano a mano con el Ayuntamiento. Lo sabe bien porque participó en el Folión por vez primera a los 12 años y estuvo durante catorce ediciones entre los ganadores del primer premio. Ahora ve el desfile desde la barrera, pero posiblemente pase más trabajo que cuando ejercía de carroceiro: «O protocolo de seguridade é moi estrito e temos a sorte de que se mobiliza todo o persoal do Concello para axudar».

Hace algunos años, cuando comenzaron a escasear bueyes y vacas capaces de tirar de las plataformas, los organizadores barajaron pensaron en sustituirlos por tractores. La idea, sin embargo, tuvo escaso recorrido. Eliminar las xugadas sería, según una opinión generalizada, desvirtuar una tradición cuyos orígenes se remontan a antiguos desfiles de carácter gremial. Los representantes de los diversos oficios propios del lugar escenificaban hace siglos en fechas señaladas sus respectivos quehaceres cotidianos. Ahora son los carroceiros los encargados de recrearlos. «Faise tamén algunha cousa relacionada con antigos negocios da vila», apunta Pica.

La primera referencia escrita sobre el Folión de Carros, que cuenta actualmente con la declaración de interés turístico, aparece en el programa de las fiestas del Carmen del año 1839. Si se echa mano de la hemeroteca, la primera crónica recogida por La Voz fue publicada en septiembre de 1895. El autor hacía un balance muy satisfactorio de los festejos, pero se detenía especialmente en el Folión. «Vamos, pues, a mencionar únicamente aquello que más ha sobresalido, empezando por el tradicional folión, que representaba varias industrias, costumbres y algunas faenas agrícolas del país, y ha sido objeto de sorpresa y admiración de los forasteros, por ser para ellos una novedad», escribía hace 128 años el anónimo autor de la reseña. 

Los premiados

El Folión mantiene intactos su poder de convocatoria y su capacidad de sorpresa. Nadie quiere perderse ni el desfile ni el acto en el que, a su término, se fan a conocer los premios a los carros. Este año fueron, por este orden, para A serra de Sobreira; O tapadillo das pelexas; Na casa do xerreiro; Entre fragueiros e ferreiros; A casa do xastre; A casa dun oleiro; Petando na casa do Berzas; O oficio dos contacontos; Os licores do rosquilleiro; Fágase xustiza con Silverio Pastor; Tecendo melodías; A recolleita do millo; Na feira, novos e vellos, recuncan nos pendellos; y O lavadoiro do Chouso.

El premio al mejor carro tradicional fue para Fágase xustiza con Silverio Pastor y el de la mejor memoria explicativa recayó en Na casa do xerreiro. Los premios no solo distinguen la calidad de los carros, sino también el papel de las xugadas de arrastre. En este último apartado las distinciones fueron para A casa dun oleiro (mejor trato animal); Na feira, novos e vellos recuncan nos pendellos (mayor elegancia); Entre fragueiros e ferreiros (mejor manejo); y A recollida do millo (mejor vaca o buey). La mejor xugada, según el jurado, fue A recolleita do millo.