La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción (AMDA) ha emitido un comunicado con un dato sorprendente, pero que merece todo crédito. Dice que Madrid es la comunidad con el parque automovilístico menos envejecido de España y de Europa. Es un dato muy significativo, ya que nuestro país es uno de los que poseen un parque más antiguo en el continente. Es, por tanto, muy meritorio lo de Madrid. Supongo que Ayuso aún no maneja este dato, porque si no lo estaría exhibiendo como un mérito más del territorio que preside.
Los datos oficiales dicen que la edad media del parque automovilístico de Madrid está por debajo de los 11,4 años, muy poco, la envidia del resto de comunidades españolas. Hay que tener en cuenta que la media española está en 14 años, dos más que la media europea, situada en los 12 años. Por eso lo de Madrid mola mucho, que diría Ayuso.
Desde AMDA explican que el factor clave para estos números de Madrid está en que es donde más vehículos nuevos se venden. Y eso es cierto, porque, al margen de los clientes particulares y los coches de alquiler, en Madrid se matriculan un gran porcentaje de coches de empresa que luego se distribuyen por toda España. Aquí la capital tiene alguna ventaja.
Visto desde Galicia, es como Verstappen y su Red Bull contra un viejo Panda de ralis. No hay color. Galicia va en el pelotón de cola español y europeo, con una antigüedad media de su parque automovilístico de 15,4 años, una edad inasumible, que además está detrás de las cifras de víctimas de accidentes de tráfico que asolan nuestras carreteras y ciudades gallegas.
Los datos son bien claros, los vehículos de ocasión transferidos en España este año tienen una antigüedad media de 13 años, mientras que en Madrid esa antigüedad baja a 9 años. En Galicia incluso es más alta que la media española.
Porque en esas transacciones de vehículos usados es donde radica la clave de la antigüedad del parque. En Galicia sigue habiendo mercado para coches de más de diez años. Ya no son de segunda mano, sino de quinta. Incluso desde Madrid se exportan a nuestra comunidad un montón de unidades de usados, muy usados habría que decir, para su venta.
Por eso los planes estatales de renovación del parque no funcionan en Galicia. No podemos pretender que el propietario de un coche que tiene trece o quince años lo achatarre y se embarque en la compra de un eléctrico de 25.000 o 30.000 euros. Porque nadie le va a dar un crédito, o si se lo dan le va a asfixiar porque seguramente su nivel de ingresos no sea muy alto.
Desde AMDA y otras patronales de la distribución se está pidiendo al Gobierno planes de ayuda transitorios pensados para individuos forzados a adquirir vehículos de más de diez años para su movilidad. Dicen desde la asociación: «Apoyamos la propuesta de un plan para que las rentas más bajas puedan adquirir un vehículo de hasta cinco años a cambio de achatarrar un vehículo de más de quince». Se trata de abrir una vía para que los propietarios de un coche viejo, muy viejo, puedan transitar hacia un usado moderno, de no más de cinco años, con mejores condiciones de ayudas a la conducción y de medidas de seguridad.