Este robot limpiador sin cable tiene ruedas de oruga con las que sube por las escaleras y paredes del vaso. La batería dura 150 minutos y cuenta con cuatro programas y un sistema de navegación que emplea sensores inerciales, de aceleración e infrarrojos
25 abr 2024 . Actualizado a las 10:04 h.La compañía Aiper llegó a España el año pasado con sus robots limpiadores de piscinas, que en las dos últimas ediciones del CES de Las Vegas (la feria de electrónica de consumo más importante del mundo) obtuvieron el premio a la innovación. Referente ya en ese tipo de dispositivos inalámbricos inteligentes, en cuyo desarrollo se investigan a fondo los puntos problemáticos de los limpiadores de piscinas tradicionales, esta temporada ha lanzado una nueva serie denominada Scuba. El año pasado pudimos probar el modelo más avanzado de la serie Seagull (Aiper Seagull Pro), con capacidad para trabajar en piscinas de hasta 300 metros cuadrados, y en esta ocasión hemos hecho lo propio con el modelo intermedio de la nueva gama, que destaca por su calidad/precio y es especialmente apropiado para la mayoría de las viviendas unifamiliares, que suelen tener vasos de piscina de alrededor de 10 x 5 metros.
El Aiper Scuba S1 limpia piscinas de hasta 149 metros cuadrados y se ha convertido en el robot estrella de la marca, por su versatilidad y capacidad para operar en todo tipo de terrenos. En esto le beneficia su forma aerodinámica y más plana que otros aparatos, que hace que pueda trabajar en zonas donde la lámina de agua no es muy profunda, como escaleras y vasos de desborde. Por otra parte, las bandas de rodadura, denominadas Caterpillar, son de tipo oruga y proporcionan un mayor contacto con las paredes de la piscina que las ruedas convencionales. Esto significa una mejor tracción y movilidad, además de poder superar con más facilidad los obstáculos que pueda encontrarse en su camino, como sumideros o luces empotradas.
El principio de funcionamiento parece sencillo: el robot recorre el fondo y las paredes del vaso y las cerdas de silicona de su rodillo frontal atrapan todo tipo de restos (hojas, ramas, tierra, algas, lombrices, insectos...), que a continuación son absorbidos por una tobera o puerto de succión (en la parte inferior central del robot) y se envían a la cesta de desperdicios. Este depósito tiene unas paredes que dejan pasar el agua para que vuelva a la piscina completamente limpia y filtrada, mientras que la suciedad se quedan en la cesta, que se puede extraer y limpiar facilmente con una manguera.
El Scuba S1 es un robot inteligente y cuenta con la tecnología WavePath Navigation 2.0, exclusiva de Aiper, que emplea sensores inerciales, de aceleración e infrarrojos para recorrer la piscina. Este software mejora la cobertura de la limpieza, eliminando la necesidad de repetir o pasar por alto una zona determinada. Actúa en función de cuatro programas que se pueden seleccionar fácilmente mediante el único botón que tiene el aparato (el manejo no puede ser más intuitivo y sencillo): automático, en el que el robot se aplica por todas las superficies; solo suelo; solo paredes, y un modo ECO. Con una presión larga se enciende y después basta ir pulsando para pasar de un programa a otro; cuando hayamos elegido el que queremos, solo tenemos que dejar el Scuba S1 sobre la superficie de la piscina y poco a poco se hundirá y empezará a trabajar.
El robot filtra y limpia hasta 260 litros de agua por minuto durante 150 minutos, tiempo suficiente para repasar todas las superficies del vaso. Está diseñado para operar tanto en piscinas elevadas como enterradas, y da igual el material con el que estén revestidas: gresite, hormigón, fibra de vidrio, vinilo, azulejo... El modo ECO realiza una sesión de 45 minutos cada 48 horas (cuando termina, entra en estado de ahorro de energía), de forma que cuando llega el fin de semana la pileta está lista para ser disfrutada: no hay nada peor que encontrarse con la piscina sucia un domingo de sol por la mañana. La batería tarda en cargar unas 3,5 horas y es posible conectarlo a cargadores solares.
En nuestras pruebas comprobamos la efectividad del Scuba S1 a la hora de trepar por las paredes, llegando a sacar la cabeza fuera el agua, por lo que no queda ninguna zona sin limpiar. También subió las escaleras de obra sin que fuera un problema la escasa profundidad del agua en los peldaños superiores, y fue capaz asimismo de navegar por un vaso de desborde largo y estrecho, a pesar de que casi no tenía espacio para maniobrar. Bastan unos pocos minutos para ver los resultados en la cesta de desperdicios, que con una capacidad de 3,5 litros tiene margen de sobra para acoger el material de las piscinas más sucias.
Según Aiper, la última generación de robots limpiapiscinas, diseñados para retener y filtrar el agua sucia, permite aprovechar el mismo agua entre estaciones. «Gracias a ello se consigue un ahorro de hasta un 50 % del agua utilizada en el mantenimiento de la piscina», aseguran desde la compañía. Un argumento que cobra especial fuerza debido a las restricciones del líquido elemento derivadas de la sequía en muchas localidades españolas.
Con un precio actualmente de 599 euros, el Scuba S1 se sitúa por encima de los Scuba SE y E1, más básicos y orientados a piscinas de menor tamaño. La serie se completa con los Scuba S1 Pro y N1 Ultra. Estos modelos ya cuentan con tecnologías superiores como un sistema de limpieza horizontal de la línea de flotación, conexión con el robot limpiafondos a través de la app de Aiper o la primera tecnología mundial de precisión de maniobra multidimensional.