Thomas Scrubb, jugador del Obradoiro: «Hay que pasar página, lo de Zaragoza ya es pasado»

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

Sandra Alonso

El canadiense, que destaca a la afición como «una parte importante en el juego», reconoce que «probablemente este sea el año más duro»

11 abr 2024 . Actualizado a las 19:56 h.

El mayor de los Scrubb agradece el cariño de la afición, que le votó como el mejor jugador del Obradoiro en los cinco partidos de marzo. Para el canadiense es un premio que le motiva todavía más «para seguir adelante en busca del objetivo de la permanencia».

Scrubb habla de su rendimiento en el conjunto compostelano a lo largo de la presente campaña, un curso muy difícil y que se fue complicando poco a poco: «En la segunda mitad de la temporada no empecé del todo bien, pero ya me encuentro a mejor nivel. Mi estado de forma es óptimo y ahora hay que luchar y pelear por mejorar en las jornadas que faltan para aportar todo lo que tengo en la fase decisiva. Debemos centrarnos al máximo en los partidos que nos faltan y en los que nos vamos a jugar la temporada. Hay que conseguir las victorias necesarias que nos mantengan en la categoría. Ese es el único objetivo».

Sobre la derrota que sufrió el Obradoiro en la pista del Zaragoza, después de competir durante muchos minutos, Scrubb entiende que nada tiene que ver lo que sucedió al final con lo que ocurrió en otros partidos de esta temporada en los que el Obra entregó la victoria en el último suspiro. Cada encuentro es diferente, entiende el canadiense: «No hay mucho que explicar. Hasta los últimos dos minutos fue un marcador muy apretado. Estábamos ocho abajo y nos empezó a costar y empezamos a frustrarnos. Estábamos cansados y todo eso nos pasó factura. Perdimos en Zaragoza y ya hay que pasar página. Lo de Zaragoza ya es pasado y desde el lunes empezamos a pensar en el siguiente partido frente al Manresa».

Insiste el obradoirista en el revés sufrido contra el Zaragoza: «Lo que pasó básicamente es que nos desorganizamos y perdimos la confianza en el final del partido. No defendimos bien y en ataque tampoco estuvimos del todo acertados. No nos pesó lo ocurrido en partidos anteriores en los que se nos fue la victoria cerca del final. En Zaragoza perdimos porque se dieron un cúmulo de circunstancias que nos llevaron a la derrota. Nada nos afectó por lo ocurrido con anterioridad a ese día. Fue un partido muy apretado hasta los dos últimos minutos y ahí no fuimos capaces de jugarle bien al Zaragoza».

Motivación

El canadiense subraya que «en esta categoría no es difícil motivar a la plantilla para afrontar cada partido. Ni en los anteriores ni en los que faltan. Debemos conseguir que el rival se sienta incómodo en la pista y eso no lo conseguimos en muchos partidos. Es nuestro objetivo para tener más opciones de ganar los partidos que nos quedan hasta el final de la temporada. Ante el Manresa, al igual que contra cada uno de nuestros adversarios de la Liga Endesa, es necesario desplegar la misma energía que el contrario para poder controlar el partido. Tenemos que ser mejores en el rebote y evitar que el Manresa corra. Es un equipo que juega muy físico. Debemos jugar más duro como equipo. Si el partido se vuelve un correcalles, tendremos problemas. Si frenamos su contraataque será la forma en la que podamos controlar el juego».

El Manresa es un equipo que juega muy físico

Para los encuentros que quedan en Sar, Thomas Scrubb sabe que la afición será «una parte importante en el juego», una hinchada que nunca falla y que en todo momento está con el equipo. Así lo reconoce el canadiense: «No paran de animar. Lo viví en cada partido de estas tres temporadas que llevo en Santiago. Te paran en la calle y siempre te apoyan. Tenemos una afición muy entregada. Debemos hacer bien nuestro papel para contagiarles. Estos años atravesamos un montón de momentos duros y los aficionados estuvieron siempre con nosotros».

Scrubb, en su tercer curso en la capital gallega, indica que «no es fácil elegir cuál es a nivel personal la mejor de las tres temporadas. Recuerdo mucho la primera, en la que hice buenos partidos. También la segunda, en la que tal vez estuve más consistente, tanto para el equipo como para mí, personalmente. En esta tercera campaña comencé muy bien y luego tuve un bajón, como el equipo, pero ahora me siento mucho mejor. Es difícil definir y evaluar estos tres años en Santiago. Cada uno tuvo sus cosas buenas. Disfruto viniendo cada día a entrenar».

La temporada más complicada

Lo que sí reconoce el canadiense es que el presente ejercicio es «el más complicado» y en el que más está costando sacar adelante el proyecto a nivel grupal. El equipo está en posición de descenso y la situación es muy crítica, aunque el vestuario no pierde la ilusión ni la moral ante estas adversidades. Scrubb explica que «probablemente este sea el año más duro. Ya no solo por los resultados y por el puesto que ocupamos en la clasificación, sino porque es la temporada en la que se produjeron más cambios y situaciones complicadas dentro de la plantilla con la llegada de muchos jugadores nuevos ya iniciado el campeonato».

Scrubb apunta que la plantilla no está pendiente de estos premios individuales, porque «lo único que le interesa al equipo es el premio colectivo». Se muestra agradecido por la elección de los aficionados, pero indica que a nivel global no deja de ser «una anécdota». Tras su gran rendimiento en las tres campañas que lleva en Sar, reconoce que tuvo «varias ofertas para cambiar de aires, pero no fueron relevantes. La mejor siempre fue la del Obradoiro. Estoy muy contento aquí. Llevo tres años muy buenos en Santiago».