Detenidas siete personas por sustraer nueve kilómetros de cableado telefónico en localidades de la provincia de A Coruña, entre ellas Ordes
ORDES
El robo dejó sin servicio, entre otros clientes, a usuarios del servicio de Teleasistencia que quedaron sin cobertura para emergencias
19 ene 2024 . Actualizado a las 21:41 h.La investigación, que culminó con la detención de siete personas por la sustracción de nueve kilómetros de cableado telefónico en varias localidades de la provincia de A Coruña, comenzó en el 2023 y fue dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ordes. Con el trabajo del equipo Roca de la Guardia Civil de Santiago en colaboración con el área de investigación del puesto principal de Arteixo, se logró desarticular una banda delictiva, integrada por personas de entre 24 y 40 años residentes en A Coruña. La sustracción de más de nueve kilómetros de cableado telefónico tiene un valor de 127.000 euros. Solo se recuperaron cien metros, que fueron entregados a la compañía Telefónica, empresa perjudicada por los robos.
Los actos delictivos se produjeron en las localidades de Ordes, A Coruña, Arteixo y Cerceda. La sustracción afectó a numerosos clientes, entre los que había usuarios del servicios de Teleasistencia, que se quedaron sin cobertura en caso de emergencia. A los detenidos se les imputan delitos de pertenencia a grupo criminal, nueve delitos de robo y un delito de estragos. La operación LeiraCable sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones vinculadas a los mismos hechos.
La investigación, iniciada en abril del 2023, comenzó cuando la Guardia Civil recibió información sobre el corte de un cable de Telefónica en la localidad de Ordes. En un operativo realizado en el municipio se puedo detener in fraganti a un miembro del grupo criminal y se confiscaron herramientas de corte y una escalera de gran envergadura. Tras la investigación se determinó el patrón empleado para realizar los robos, que consistía en actuar durante la noche y en zonas boscosas cercanas a carreteras secundarias. Escogían lugares donde las líneas telefónicas estuvieran adyacentes a la vía, con el fin de dificultar su localización. Hasta en tres ocasiones, según fuentes de la investigación, se emplearon motosierras para cortar postes de telefonía y robar el cableado.