Las viguesas afrontan dos partidos clave en casa con la plantilla tocada y con los rivales coleccionado refuerzos mientras ellas tienen que esperar
13 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La hora de la verdad se acerca para el Celta en el año de su regreso a la Liga Femenina 1. Arrancó la segunda vuelta, los rivales (todos con mayor potencial económico) tiran la casa por la ventana para acercarse a la salvación y el equipo de Cristina Cantero afronta ahora dos partidos en casa con los problemas físicos de siempre, con un fichaje pendiente y tirando de heroica para seguir sumando. Mañana, en horario matinal (12.30 horas) llega el Barça de Paula Ginzo y seis días después lo hará La Seu, dos de los equipos que las viguesas tienen en el punto de mira. «Son rivales directos por la situación en la que están, pero es verdad que tenemos que sacar partidos de dónde sea, tanto en casa como fuera», comenta Cristina Cantero, la entrenadora celeste, que ve en cada partido «una oportunidad».
El primero que pasará por Navia será el Barcelona, un mal rival porque era un equipo concebido para estar en otra zona de la clasificación, que se ha visto relegado (tiene un triunfo más que las viguesas) y que ya ha tirado de talonario para reforzarse de cara a la segunda vuelta con los fichajes de Paula Estebas y a Taylor Wurtz. «El partido es muy importante. El Barça no ha tenido suerte con las lesiones y esta liga no perdona. Los nombres de su plantilla no dicen que este sea su nivel, pero coges una mala racha y te ves en problemas. Para nosotros es un mal rival tenerlo ahí abajo», dice Cantero, que recuerda sus dos incorporaciones con experiencia en la LF 1.
El primer reto para el Celta es aligerar la enfermería, que le viene mermando de un modo significativo en las últimas semanas. Haidara, que padece un pequeño edema óseo en la rodilla, va mejor, pero Regina Aguilar tiene problemas en un hombro. Samson evoluciona favorablemente y Benton tiene molestias por un golpe desde el partido ante el Gernika. «La gente no está sana del todo», dice la entrenadora, que además ha tenido que cargar de minutos al resto del plantel por lo condensado del calendario durante la época navideña. Contar con pocos efectivos en una plantilla tan corta termina por pasar factura.
Las claves del partido pasan por el rebote y por la defensa. «Nosotros tenemos que subir a nivel defensivo. Si somos capaces de estar mucho más sólidas en defensa, la clave estará en el dominio del rebote y en el control de las pérdidas». El fin de semana pasado, ante Estudiantes, las célticas fueron incapaces de hacerse con los rebotes ofensivos y tampoco dominaron el defensivo, lo que se dejó ver una pobre anotación. «Si hacemos las cosas básicas bien, vamos a estar en partido, pero sabiendo que el Barcelona es un gran equipo y nos lo va a poner muy difícil».
El fichaje pendiente
Preguntada por los movimientos de mercado, Cantero Ostos reconoce que están «sufriendo», explicando a continuación: «Sé que están trabajando duro, pero hay muy poca cosa en el mercado y por lo que hay te piden por encima de lo que vale», dice de la cúpula del club. La entrenadora tiene claro que no deben fichar por el mero hecho de hacerlo, aunque las fechas comienzan a apremiar: «Sería un error fichar a alguien por fichar. Meter a alguien para que no juegue no merece la pena. Hay que meter todo en la balanza, lo que nos interesa y lo que no y qué dinero inviertes. Es lo que están valorando (Carlos Álvarez, el presidente, y Carlos Colinas, el director deportivo). Ellos saben los problemas que tenemos y entre todos intentaremos buscar la mejor solución».
El potencial de los rivales
Los problemas del Celta a la hora de fichar chocan con el poderío de sus más directos rivales. Además del Barcelona, el Gran Canaria fichó a dos jugadoras. «Si miras lo que te está rodeando, la cosa se pone complicada, pero no podemos estar pendientes de los demás, sino de lo que dependa de nosotros». Encima, la clase noble también se ha reforzado «y eso implica que te van a dejar menos opciones».