Ale Agulló, más de cuatro millones de seguidores en TikTok: «Las albóndigas con patatas deberían ser la primera receta cuando te vas a vivir solo»

Ale Agulló (Madrid, 1996), también conocida como Cara Cuadrada, se dio a conocer durante la cuarentena gracias a las regañinas que le echaba «la Chelo». «Un día grabé a mi madre, sin que ella se diese cuenta, echándome la bronca, y lo subí. Lo hice un par de veces más y tuvo muchísimo éxito, así que le pregunté si se animaba a recrear todo lo que pasaba en nuestra vida (discusiones madre-hija, entre hermanas, qué pasa si me cogen esto del armario o cuando vienen los tíos a comer...), porque somos muy saladas, muy graciosas, con mucha chispa», señala esta joven que, acumula más de cuatro millones de seguidores en su canal de TikTok (@aleagullosm). Desde hace un año ya no vive con la Chelo, aunque están «a solo 12 minutos en coche», y acaba de publicar un libro Recetas para independizarte sin morir (de hambre) en el intento, donde recoge los platos con los que ha sobrevivido lejos del hogar familiar y que triunfan en las redes.

 —¿Qué sabías hacer cuando te fuiste de casa?

—Me movía bastante bien, porque a mi madre siempre le ha gustado la cocina, y a mí siempre me ha llamado un montón la atención la comida, cómo se hacían las cosas. Además, tenemos un restaurante, y me iba apuntando todos los platos. Pero no sabía hacer nada elaboradísimo.

 —Jugabas con ventaja, no eres el perfil de lector del libro que has escrito.

—A ver, sí y no. Cuando estoy en casa intento ver recetas, pero cosas muy fáciles.

 —Tener un restaurante es como tener al profe en casa.

—Sí, pero no tiene nada que ver los platos que se hacen en el restaurante con los de casa.

 —¿Cómo surge este libro?

—En el canal de TikTok (Cara Cuadrada y la Chelo) empezamos a meter recetas, de mi plato favorito, de algunos que hacíamos en casa... y así surgió la idea.

 —De todas las recetas que incluyes en el libro, ¿cuál es la más difícil?

—Hay que tener en cuenta que hay recetas de mi madre, platos que ha hecho más ella que yo, que a mí tampoco es que me salgan especialmente bien. Por ejemplo, el cochinillo, me parece un poco difícil de primeras, aunque luego es fácil. Para el arroz con bogavante también hay que tener un poco de paciencia.

 —Divides las recetas según el nivel de dificultad, de perezoso a MasterChef.

—Sí, hay 5. El primero: perezoso. Si se te cayeran los ingredientes sin querer en la olla ya estaría hecho. El segundo: resaca. Hay que remover un poco, pero tampoco te vas a herniar. El tercero: tentadora: Podrías hacerlo mientras ves Las isla de las tentaciones. El cuarto: MasterChef. Requiere concentración, nivel estudiar todo el día antes de un examen. Y por último, Termomix (que ella escribe sin h). Si la máquina puede hacerlo todo, yo también. Más que nada, he hecho esta clasificación por mí, porque muchas veces estamos muy perezosos, otras, nos creemos que estamos en MasterChef, o simplemente un día de resaca que dices: «¿Qué puedo cocinar en el estado en el que estoy?». Para elegir en función de cómo te hayas levantado.

 —¿Qué aparatos tienes en casa? ¿Eres de freidora de aire? ¿De robot?

—Cero, no tengo ni Thermomix. Lo más que tengo para cocinar es la batidora para picar verduras. En su día tuve freidora de aire, pero no me gustaba nada, y se la di a un amigo.

 —¿Qué receta le aconsejarías a alguien que se acabe de independizar?

—Las albóndigas con tomate y patatas. Parece difícil, pero no es así y están riquísimas.

 —¿Por dónde debería seguir para afianzarse en la cocina?

—Por las milanesas napolitanas, por el arroz con carne picada y queso, que es mi receta favorita, y también gustan mucho los huevos fritos con patatas, ajito y pimentón. Los he enseñado mucho por las redes y están muy ricos. La gente es muy de dulce, en este libro yo no he metido muchas recetas, solo una, brownie de chocolate con galletitas, porque lleva Oreo también, y si te gusta el chocolate, lo recomiendo porque está riquísimo, te sacia esa necesidad de dulce y no es nada complicado.

 —¿En este año de independizada, cómo has avanzado?

—He pasado de hacer lo típico de macarrones con tomate y chorizo a un arroz con pollo, que es algo más elaborado. Me guardo muchas recetas de TikTok e intento hacerlas cuando puedo.

 —¿A veces te has liado con recetas que nunca han llegado al plato?

—Sí, a veces he intentado alguna que me había ido guardando y he llegado a un punto de desesperarme, de seguir intentándolo en plan «venga que esto me va a salir bien que tampoco es tan complicado», a lo mejor no queda como en la foto original, pero está rico.

 —¿Consultas mucho a tus padres?

—Más a mi madre. A veces, a los dos, les digo: «¿Esto cuánto tiempo debería estar cociéndose?» o «¿esto con qué quedaría bien?», y ellos me sugieren ideas.

 —¿Qué truco te ha dado tu madre que estés poniendo en práctica?

—Por ejemplo, ella hace el arroz blanco en la sartén, le echa un chorrito de limón... Cuando la gente me pregunta, les digo: «Sí, sí, vosotros probadlo, si no os gusta me lo decís». A todos les acaba encantando.

 —¿Con qué plato te luces?

—Yo diría que con la merluza con patatas o con el pollo al limón, que requiere un poco más de técnica, y es algo que me sale muy bien.

 —¿Por qué receta te preguntan más en las redes?

—Por el arroz con carne picada y queso, y los niños envueltos, que en otros países se les suele llamar dolmades, hojas de parra rellenas de arroz, carne y especias. Mi abuela es griega, y en Grecia se hace mucho ese plato, y cuando lo enseño en redes a la gente le produce mucha intriga saber cómo se hace.

 —¿Este libro es un primer paso para qué?

—De momento, para seguir con la cocina, seguir aprendiendo de mi madre, y el día de mañana poder hacer algo más allá de unas albóndigas con tomate.

  —¿A tu madre qué plato tuyo le ha sorprendido más gratamente?

—Cuando yo recreo alguno de sus platos, muchas veces me dice que lo he superado, y yo con eso ya me conformo.

 —¿Tus amigos te hacen peticiones o se dejan sorprender?

—Cuando vienen, les suelo hacer las albóndigas, fajitas, nachos, pero más elaborados, más allá de un guacamole y un queso...

 —Al final de las recetas incluyes comentarios. Esta es ideal para «cuando te enteras de que tu ex está con otra», «para una tarde de estudio» o incluso para «sorprender a una suegra». ¿Has ido apuntando lo que te iban sugiriendo?

—Es un mix de muchas cosas, juntando recuerdos, experiencias o de que te paras a pensar y dices: «¿Esto con qué quedaría bien?».

Dos de sus recetas más virales

CARNE PICADA CON ARROZ Y QUESO

Ingredientes: 1 kg de carne picada de ternera, arroz (una tacita por persona), queso (al gusto), un limón, perejil, cuatro dientes de ajo, aceite, sal y un bote de 400 g de tomate natural triturado.

Preparación: Ponemos en una olla la carne picada sin aceite para que suelte toda el agua. Una vez que se haya evaporado, y la carne ya no esté rosada, añadimos los ajitos picados. También la sal y el aceite. Echamos el perejil picado, y seguimos removiendo, y añadimos el tomate a fuego fuerte. Después de un ratito bajamos el fuego para que se termine de hacer. Se acompaña de arroz blanco y ¡mucho queso! Para el arroz, ponemos aceite y un diente de ajo en una sartén. Cuando el diente se haya rehogado, echamos el arroz y sal. Cuando hayamos movido, y el arroz empiece a tostarse (siempre a fuego lento) vertemos dos tazas de agua por cada una de arroz y un pelín más. Exprimimos unas gotas de medio limón (un truco de Arguiñano que aprendió de la tele). Cuando el arroz vaya chupando toda el agua, y aparezcan burbujas, se tapa, se pone el fuego al mínimo durante 15 minutos.

ALBÓNDIGAS CON PATATAS

Ingredientes: 500 g de carne picada, una cucharada de perejil, huevo, sal, dos rebanadas de pan de molde mojadas en leche, dos dientes de ajo picados, una cucharadita de mostaza y aceite.

Preparación: Cuando el pan de molde esté mojado, lo mezclamos con la carne picada y el resto de los ingredientes. Lo dejamos reposar, y a continuación vamos haciendo bolitas pequeñas que pasamos por harina para cocinarlas en aceite. Cortamos las patatas en cuadraditos, y las freímos. Cuando ya esté cocinado, hay dos opciones: o calentar un bote de tomate de sofrito o hacer la salsa.

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