Víctor Junquera, director de seguridad: «Para evitar robos, no debemos decir nunca en las redes que estamos de vacaciones»

Víctor Junquera, director de seguridad de Alarkom Security Systems, una empresa que lleva treinta años velando por la seguridad de las propiedades de sus clientes, señala que hoy en día, los robos se producen indistintamente en pisos como en chalés, y que cada vez los ladrones le han perdido el respeto a actuar de forma diurna. «Los modus operandi han evolucionado con las nuevas tecnologías, ahora ya no dejan marcas físicas en las viviendas, basta con señalar la ubicación por GPS y ya tienen el objetivo marcado en el móvil», señala Junquera. 

—¿En el verano es cuando más robos se producen?

—En el sector residencial, sí, es cuando se da una mayor actividad de delincuencia.

 —Si nos vamos unos días de casa, ¿qué medidas deberíamos tomar?

—Procurar no hacerlo visible en las redes sociales, y si tenemos un sistema de seguridad conectado a una central de alarmas, advertir a la compañía de que se va a estar fuera.

 —¿Persianas bajadas o no?

—Depende de cada uno. Una persiana no impide que quien tenga la intención de entrar a robar lo haga, lo que sí puede es generar ruido que alerte a los vecinos.

 —¿Cuál suele ser el «modus operandi»?

—Suelen observar la vivienda o el local antes de decidir entrar o no. La ausencia de vehículos, que normalmente están aparcados en la puerta, o si ven las persianas bajadas... la deducción lógica es que no hay nadie, y lo siguiente que observan es si cuentan con un sistema de seguridad conectado a una central de alarmas. Esto en sí mismo ya disuade a muchos delincuentes, porque saben que, si el sistema funciona correctamente, cuentan con unos minutos, lo que tarda la central en comprobar las señales y ponerlo en conocimiento de las fuerzas de seguridad.

 —¿Cuándo hay más robos: de día o de noche?

—Cada vez más los ladrones le han perdido el respeto a actuar de forma diurna, si bien la noche protege de actuaciones delincuenciales, últimamente se observa que les da igual. Si ven que el objetivo es accesible, y no hay muchos vecinos... Aunque no se puede confiar ni fiar la seguridad ni la alerta temprana a que los vecinos estén o no. Porque también pueden estar y no escuchar, o no tomar la iniciativa de avisar.

—¿Cuál es el error más habitual que se comete?

—Primero, alertar en redes sociales y demás de que vamos a estar ausentes, no contar con un sistema de seguridad, o contando con él no prevenir de la ausencia a la central.

 —¿Para qué sirve ese aviso?

—Los sistemas de verificación, en caso de que se produzca una señal, son bastante complejos, no basta con que salte un solo detector, salvo que tenga cámara y la central pueda confirmar que hay alguien dentro, en algunos casos tendrían que saltar varios, pero si entra un aviso, y tiene anotado que los propietarios están fuera, va a ser mucho más eficiente a la hora de gestionarlo.

 —¿Suelen dejar marcas?

—Los modus operandi han evolucionado con las nuevas tecnologías, y ahora los medios que utilizan son bastante más sofisticados, pero siguen marcando sus objetivos. Antes lo hacían con marcas físicas sobre la propia instalación, y ahora basta con marcar la ubicación por GPS y ya tienes marcado el objetivo en tu móvil.

—¿Hay más robos en chalés que en pisos?

—Una vivienda unifamiliar no es más vulnerable que un piso, se está demostrando que entran en edificios con muchísima frecuencia. La diferencia es que la vivienda unifamiliar cuenta con sistemas de protección más sofisticados, completos y lógicamente tendentes a proteger una casa con “unas expectativas de acceso más fáciles y de robo superiores”, porque en función de la construcción y del posible lujo que se pueda percibir desde el exterior, lógicamente se incrementan las expectativas de que lo que se puedan encontrar dentro sean de más valor que lo que pueda haber en un piso.

 —¿Por dónde suelen entrar?

—Por donde lo tengan más fácil, y como se tiene la tendencia a proteger las zonas más vulnerables, incluso entran por zonas que son muchísimo más complicadas. Depende del nivel de profesionalidad, existen redes de delincuencia organizada que no se detienen ante nada, sea una puerta blindada, una rotura de cristales o incluso con los sistemas que nosotros implementamos tienen la opción de inhibirlos para que no se detecten señales en la central, algo que es muy complicado porque tenemos varias vías de comunicación, o pueden optar directamente por trabajar contra reloj. Son dos circunstancias muy diferentes, eligen una u otra.

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