Verónica Méndez: «Pocos saben cuando me ven de Guardia Civil que fui burbuja de Freixenet»

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Verónica, en la actualidad, y cuando a los 19 años fue burbuja en el anuncio de Freixenet
Verónica, en la actualidad, y cuando a los 19 años fue burbuja en el anuncio de Freixenet -

En el año 2000 esta lucense fue escogida entre miles de chicas para el famosísimo anuncio de televisión. Ella volvió a repetir en el 2013, hasta que cambió el champán por el tricornio

29 dic 2023 . Actualizado a las 16:54 h.

«No puedo estar más que orgullosísima de haber salido en el anuncio», dice la gallega Verónica Méndez, que solo tiene buenos recuerdos de aquella etapa. Fue hace ya 23 años cuando fue escogida entre miles de participantes para formar parte de las burbujas que aparecían en el spot de televisión de Freixenet. Los que han superado los 40 seguro que recuerdan bien ese anuncio que marcaba el inicio de la Navidad, con un presupuesto altísimo, en el que un famoso participaba para desearnos a todos los españoles unas felices fiestas. Verónica fue elegida en el año 2000 por primera vez, y en el 2013, por segunda. «Me abrió muchísimas puertas y a partir de mi experiencia como burbuja tuve grandes oportunidades laborales: trabajé en moda, en cine, fui Miss Lugo...», indica Verónica, que años después cambió todo ese mundo por su verdadera vocación: ser guardia civil. 

—¿Cómo fue tu experiencia como burbuja?

—Imagínate, yo tenía 19 años y el anuncio de Freixenet era el más esperado del año. Yo me presenté al casting y era muy niña, supertímida, parecía que tenía 15. Ahora tengo 42, ¡el tiempo que ha pasado! Eso fue en el 2000, me animó mi hermana, que es 9 años mayor que yo. Éramos como unas 3.000 chicas y pasamos unas ciento y pico. Cuando me dijeron que me cogían me hizo muchísima ilusión.

—¿Qué te exigieron en el «casting»?

—Bueno, nos hicieron una entrevista, planos para ver cómo quedábamos ante la cámara y nos pidieron que bailáramos, que a mí se me daba fatal. Parecía un pato mareado, muchas chicas hacían danza... Pero me eligieron para primeros planos, no fue para bailar; normal, era imposible... Algunas burbujas bailaban, otras eran escogidas para fotografía... Y todas llevamos el famoso traje dorado, con el gorrito puesto, la verdad es que fue una experiencia maravillosa de la que estoy orgullosísima. Era muy difícil que te eligieran entre tantas chicas. A mí me escogieron en la primera selección.

—¿Cómo recuerdas el rodaje?

—Estuvimos unas dos semanitas en el Palau Sant Jordi, fue increíble, aunque lo mejor es que yo todavía tengo contacto con ellas. De hecho, este diciembre hemos quedado en Mallorca, donde vivo actualmente, cinco burbujas. Todos los años hacemos un viaje juntas, hice muy buenas amigas y tenemos incluso un grupo de WhatsApp, que, por supuesto, se llama: «Burbujas Freixenet».

—¿En tu anuncio del 2000 quién era el famoso?

—Lorin Maazel, un violinista..., no me tocó Alejandro Sanz, pero, bueno, es lo que hay.

 —Después volviste a ser burbuja en el 2013.

—Sí, ahí me llamaron ellos, pero en ese anuncio no se me ve tanto, aunque fue genial volver a reunirme con mucha gente. Yo ya estaba trabajando en Mallorca, donde llevo 15 años, y esa vez tampoco tuve la suerte de encontrarme con famosos, porque solo salíamos en el anuncio las burbujas.

 —Hace 23 años salir en Freixenet era impactante. ¿Qué te decía tu familia?

—Imagínate, además en Lugo, que es una ciudad pequeña y nos conocemos todos, fue increíble. La gente me reconocía, me hicieron muchísimas entrevistas...

—Seguro que tienes unas medidas ¡de burbuja!

—Sí, mido 1,72, éramos todas del estilo, pero yo tuve mucha suerte porque me abrió muchas puertas. Después hice moda durante ocho años, fui Miss Lugo, hice una película... Tuve una etapa profesional muy rica. Si vuelvo a ir allí con la edad que tengo ahora, vamos, es que me como el mundo. ¡Iba ser tímida yo ahora, anda! Pero entonces me ponía superroja y todo me daba vergüenza.

—¿Guardas el maillot?

—No, nos los dieron allí, supongo que se los ponían las burbujas todos los años. Todas teníamos más o menos la misma talla.

 —Y de pronto das un giro a tu vida y pasas de la burbuja al tricornio.

—Totalmente, pero te digo una cosa: yo desde que tenía 8 años me quería disfrazar de policía y siempre quise ser guardia civil. Recuerdo que cuando era Miss Lugo y me hacían entrevistas siempre respondía lo mismo: «Quiero ser guardia civil». A la gente no le cuadraba. A mí me ha encantado disfrutar de la moda y de la experiencia de la tele, pero nací para lo que estoy haciendo ahora. No todo el mundo tiene la suerte de trabajar en lo que le gusta.

 —¿Trabajas en la oficina o en la calle?

—En la calle, así que pocos saben cuando los paro que fui burbuja de Freixenet. Pero te digo más: aquí, en la comandancia, me llaman «la burbujita». Así llegué y así me quedé, ja, ja, ja.