El Corgo da Fecha se precipita hacia el río Caldo. Cuando ha llovido forma una catarata tras otra que acaban horadando el duro granito como si solo fuera mantequilla.
Las pequeñas aldeas de Vilameá y Devesa, separadas solo por la carretera que conduce a Portela de Home, quedan a los pies, igual que el pantano (al fondo). E
La relación incluye, claro está, los animales domésticos, a los que hay que sumar el ganado vacuno que vive en relativa libertad y la fauna salvaje. Reclaman especial protección, entre otros, el desmán de los Pirineos, la rana patilarga y la salamandra rabilarga.
Muy cerca del balneario del río Caldo se desarrollaron unas excavaciones arqueológicas que permitieron descubrir edificaciones romanas, a las cuales hoy hay libre acceso.
Ríos y arroyos se adaptan como pueden al territorio bajando impetuosos desde las cumbres y formando cientos de pequeñas pozas de agua fresca y cristalina que durante el caluroso verano son frecuentadas por los que allí viven y por visitantes.