Viernes, 10 de Noviembre 2023, 10:12h
Tiempo de lectura: 3 min
El gaslighting es una técnica de intimidación y manipulación mental como ninguna otra. El depredador descalifica sádicamente a su presa, una mujer, hasta el punto de hacerla dudar de su propia razón, invirtiendo los roles: él es la víctima, ella es el problema. Es un término que pasó al lenguaje común en Estados Unidos y que se inspira en el título de una magistral película de George Cukor, estrenada en 1944, Gaslight ('Luz de gas'). La historia se desarrolla en el siglo XIX, una joven rica (Ingrid Bergman), casada con un hombre con un oscuro secreto (Charles Boyer), que la aísla, la manipula, la menosprecia hasta el punto de hacerla parecer loca a los ojos de su entorno: cada vez que se encuentra sola en casa, la luz de gas pierde intensidad, de manera inexplicable, como si alguien estuviera presente en la casa. El responsable, sin embargo, niega tajantemente su presencia en la casa y la víctima acaba dudando de su propia cordura.
-
1 ¿Por qué los trenes en Japón no tienen retrasos? Las siete lecciones del tren bala
-
2 Clint Eastwood: infidelidades, hijos secretos... la desenfrenada vida sexual del 'tipo duro' de Hollywood
-
3 El vacío no está vacío (y la nada no se parece en nada a la nada)
-
4 Cómo llegar a los 100 años sin perder la sonrisa, según el actor de ‘Mary Poppins’
-
5 Cinco aperitivos para impresionar en una comida de Navidad
-
1 ¿Por qué los trenes en Japón no tienen retrasos? Las siete lecciones del tren bala
-
2 Clint Eastwood: infidelidades, hijos secretos... la desenfrenada vida sexual del 'tipo duro' de Hollywood
-
3 El vacío no está vacío (y la nada no se parece en nada a la nada)
-
4 Cómo llegar a los 100 años sin perder la sonrisa, según el actor de ‘Mary Poppins’
-
5 Cinco aperitivos para impresionar en una comida de Navidad

