Viernes, 22 de Octubre 2021
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En torno a Daca, la capital de Bangladés, se arraciman 5000 fábricas de ladrillos que dan trabajo a un millón de personas. Casi la mitad de ellas son inmigrantes que se desplazan a la capital en la estación seca —de noviembre a marzo— para trabajar en las fabricas en condiciones penosas. La mayoría se alojan en albergues temporales sin agua potable. Aguantan jornadas de más de diez horas por un salario de 200 taka (el equivalente a 2,5 dólares) para los hombres y de 150 taka (unos dos dólares) para las mujeres. Es el salario por cargar hasta mil ladrillos al día.
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