Viernes, 17 de Mayo 2024, 09:55h
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Son las emociones las que nos prenden a la existencia, de eso cabe poca duda. Vale para las personas, para los libros, para las canciones, para los instantes. Que lo que nos remueve por dentro determina nuestras decisiones personales es algo que en mayor o menor medida todos hemos experimentado. Cabe empero la duda de que sean las emociones las que deban prescribir las decisiones colectivas. Lo que lleva al individuo a conectar con su verdad profunda contribuye, en cambio, cuando se extiende a la multitud a propiciar las más burdas manipulaciones. También de esto es consciente cualquiera que haya leído un poco de Historia. Un joven nos escribe para dar testimonio de la liberación que le ha supuesto desasirse de determinada visión emocional de la sociedad donde vive. Su testimonio da que pensar.