Rafael y Daniel Canogar Padre e hijo hablan del arte y la inteligencia artificial Revolucionarios del arte: «Defendemos al artista currante»

A primera vista, la diferencia entre Rafael Canogar (Toledo, 1935) y su hijo Daniel (Madrid, 1964) es la altura. Y, después, que Rafael es, según Daniel, un «pincel andante», como Picasso, solitario en su estudio; mientras que él trabaja detrás de un ordenador y «pinta con algoritmos» y con un equipo de gente alrededor.
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