El club hípico de Mouriscade cesó su actividad y liquida sus bienes

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

En la asamblea de socios nadie quiso asumir las riendas de una entidad aquejada de graves problemas económicos, que se arrastran hace años

13 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 1 de marzo cesó la actividad en el club hípico Juan Oliveira en Mouriscade (Lalín) y los socios acordaron en asamblea la jornada siguiente la disolución de la entidad que gestiona estas instalaciones. Además se decidió la liquidación de los bienes para sufragar algunas de las deudas pendientes. La situación económica llevaba siendo el principal caballo de caballo desde hace años, sin que las distintas directivas consiguiesen mejorar la viabilidad de la gestión del complejo deportivo. Las cantidades podrían superar los 20.000 euros, según apuntaba alguno de los miembros de la sociedad.

La propia asamblea del día 2 generó polémica interna, con socios que dudaban de la legalidad de la convocatoria. Al margen de esas controversias, la reunión llegó a celebrarse y nadie quiso ponerse al frente para constituir una nueva junta directiva en el enésimo intento por reflotar el club hípico lalinense. En la actualidad se contaba con medio centenar aproximadamente de asociados y en torno a una treintena de jinetes y amazonas que asistían a la clases de equitación, tanto de doma como de salto.

Desde ese encuentro hace diez días también se comenzó el proceso para la venta de los bienes propiedad de la asociación gestora, mientras que las instalaciones de Mouriscade pertenecen al Concello de Lalín. Entre ellos figuran algunos caballos, tres o cuatro indican algunas fuentes, además de diverso material vinculado al mundo equino. Ese proceso podría cerrarse esta misma semana para cerrar de forma definitiva el complejo hípico. En principio todo apunta a que la recaudación obtenida por estas ventas no resultará suficiente para afrontar las deudas pendientes o costear el pago al personal que estaba contratado. Entre esas deudas figura dinero pendiente de pago a la Seguridad Social.

Personas vinculadas al club Juan Oliveira incidían ayer en que se llevaba ya mucho tiempo intentando trampear la crisis económica, buscando fórmulas diferentes en busca de ingresos extra. Entre ellos la organización de clases magistrales específicas o campamentos en fechas específicas, como el verano. Pero no lograron surtir al parecer el efecto buscado.

Cambio en la presidencia, que se produjo hace solo cinco meses

El último intento por cambiar la dinámica se producía hace poco más de cinco meses. Tras la renuncia de James Sosa a la presidencia, la directiva decidió dar las riendas de la entidad a Uxía Rodríguez Carral, una joven amazona natural de Mos, de 25 años. Había recalado en el club con su caballo y tomando clases de la mano de su pareja, profesor de equitación en el club lalinense. En una entrevista para La Voz a mediados del pasado octubre aseguraba estar ilusionada con esa nueva etapa, asegurando que el Juan Oliveira estaba creciendo con entre cincuenta y sesenta alumnos, así como una decena de caballos para las clases.

Las redes sociales del club están sin actualizar desde el día 1 de febrero. Entonces se ofertaba la última actividad que en principio se programó en Mouriscade. Se trataba de un campamento de carnaval, a desarrollar del 12 al 14 del pasado mes, con múltiples actividades para los inscritos y con plazas limitadas. El coste era de 25 euros por día.

Los jinetes y amazonas del Juan de Oliveira habían cosechado éxitos en diversas competiciones por toda la geografía gallega. Tendrán que buscar clubes alternativos para seguir con su pasión por los caballos y poder así continuar asistiendo a torneos.

Unas instalaciones municipales que comenzaron con la gestión de Cabaleiros de Deza

El club hípico Juan Oliveira se emplaza próximo al área recreativa de Mouriscade y el río Asneiro, con pista tanto cubierta como exterior. Tiene cuadras para el cuidado de los equinos además de utilizarse para las clases o para organizar rutas a caballo y paseo a la cuerda. Como destacan en redes sociales, hay clases tanto de iniciación como de perfeccionamiento, de doma y doma clásica. En las instalaciones se incluyen los boxes para los animales, además de vestuario con baño y ducha.

El complejo se gestó a través de un taller de empleo, Ecolalín II, que contó con 48 trabajadores, comenzando las obras en el 2002. A finales del 2003 se daba por concluido tras distintas actuaciones en parcelas municipales de Mouriscade, entre ellas la primera fase del propio club hípico, los boxes y el ring. La asociación Cabaleiros de Deza se encargó de la gestión de las instalaciones en una primera fase de funcionamiento. Sería en torno al 2005 cuando comenzase esa labor, mientras en el 2008 contaba con medio centenar de usuarios y desde Cabaleiros de Deza se pedía al Concello la concesión del centro para acometer mejoras, en manos aún del Concello. Al año siguiente tomaba las riendas como gestor de Mouriscade Antonio Villamarín, en colaboración con Cabaleiros do Deza y Cabaleiros de Lalín.

Después se cambiaría la fórmula, con la creación de una asociación encargada del día a día del funcionamiento del complejo. Ahora el Concello tendrá que decidir el futuro de Mouriscade, con la fórmula más factible de licitar su concesión.