El declive del imperio del buen rollo: Mr. Wonderful prepara el despido del 23 % de su plantilla

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La empresa cerrará cinco de sus tiendas

05 mar 2024 . Actualizado a las 09:01 h.

La historia de éxito de Javi Aracil y Angi Cabal —una pareja de diseñadores gráficos— empieza a tambalearse. Su imperio del buen rollo, que tantas alegrías les ha dado en los últimos años, vive horas bajas. Su empresa Mr. Wonderful, que desde su nacimiento en el 2011 lleva lanzando toda clase de productos en los que el denominador común son los mensajes motivacionales y las frases positivas, prepara un expediente de regulación de empleo (ERE) que, según los datos que manejan en el sindicato UGT, afectaría al 23 % de su plantilla. Según las últimas cuentas disponibles (las del 2021), la firma contaba con 165 empleados, por lo que el ERE podría afectar a casi cuarenta personas.

Para sustentar su decisión, la empresa alega causas económicas, productivas y organizativas y, con el objetivo de reducir la factura, Mr. Wonderful no solo reducirá el volumen de actividad de algunos departamentos —que aseguran que están sobredimensionados— sino que además cerrará cinco tiendas. Por ahora, en la lista de establecimientos que bajarán la persiana definitivamente no se encuentra ninguno de los situados en territorio gallego. Tal y como explican desde UGT, las tiendas que cerrarán están todas ubicadas en centros comerciales: Luz del Tajo, en Toledo; Nervión, en Sevilla; Parquesur, en Leganés; Vialia, en Málaga; y Nevada Shopping, en Granada.

Atrás quedan los años dorados de una marca que comenzó en el 2011 como un estudio de diseño gráfico «no aburrido» y que, gracias al impulso de las redes sociales, acabó despegando hasta lograr unas cifras de negocio que quitaban el hipo.

Tras comprobar que sus frases ganaban adeptos en internet, Aracil y Cabal se lanzaron a crear una línea de merchandising para eventos como bodas. La idea gustó entre su círculo, así que crearon una página en Facebook en la que a diario publicaban sus dibujos y sus frases motivacionales.

En este contexto, lanzaron un concurso entre sus seguidores con una taza como premio. Y a partir de ahí todo explotó. Viendo el éxito cosechado, no dudaron en crear su propia línea de artículos, integrada por agendas, bolígrafos, botellas...

La idea encandiló no solo a los ciudadanos de a pie. Pronto captaron la atención de gigantes como El Corte Inglés o Fnac, que reservaron en sus tiendas un hueco de honor para sus productos. Otros como Inditex o Nocilla les ofrecieron colaboración cercana para sacar colecciones conjuntas. Y tanto trabajo dio sus frutos. En el 2015, la firma despegó con una facturación que ascendió a los 19 millones de euros y en el 2016 el número escaló hasta los 30 millones.

Pero el positivismo ya no tiene tanto tirón y las últimas cuentas reflejan una caída tanto en los beneficios como en las ventas en los últimos años. La pandemia —como a tantos otros— lastró las cifras de la empresa, que a pesar de experimentar cierta recuperación en los últimos ejercicios, no ha sabido recuperarse tan rápido como otras tiendas. A todo esto se suma una competencia que en los últimos años no ha dejado de crecer. La filosofía del buen rollo resultaba tan jugosa que acabó provocando la llegada de nuevos competidores como Ale-Hop y marcas como Puterful, que precisamente pregonaban todo lo contrario a Mr. Wonderful.