El informe oficial confirma que el accidente aéreo del 2022 en Rozas se debió a una picadura de velutina

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La avioneta quedó destrozada tras impactar contra la pista.
La avioneta quedó destrozada tras impactar contra la pista. BOMBEIROS VILALBA

El piloto, herido leve, quedó atrapado entre los restos de la avioneta  y tuvo que ser socorrido

27 feb 2024 . Actualizado a las 20:17 h.

La picadura de una avispa velutina fue el origen de un accidente aéreo registrado en noviembre de 2022 en el aeródromo de Rozas, en Castro de Rei, en el que una avioneta acabó volcada sobre la pista y su piloto —y único ocupante— herido leve.

Así lo determina el informe definitivo de la Comisión de Investigación de Accidente e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) que, entre otras cosas, dedica un apartado a la descripción completa de este insecto. 

El suceso ocurrió el 1 de noviembre del año 2022, cuando el piloto realizaba prácticas de aterrizajes y despegues en el aeródromo lucense de Rozas. En una de las maniobras, el piloto observó una velutina en el interior de la cabina, cogió el libro del avión y la mató. «Al ver el insecto muerto, se quedó tranquilo pensando que no le picaría», apunta el informe de investigación sobre el suceso, por lo que prosiguió con las maniobras.

Había dos insectos

Sin embargo, en la cabina había otro insecto de las mismas características. Mientras se encontraba en el aire, el piloto «notó un pinchazo en el ojo izquierdo» y vio otra velutina en cabina, dice el informe. El dolor le hizo soltar los mandos, con lo que la aeronave cayó y colisionó contra la pista

El informe lo describe de la siguiente manera: «Al soltar el mando, el morro de la aeronave cayó y al encontrarse entre uno y dos metros sobre la pista tocó la misma. Después el avión se arrastró por la pista y terminó volcando hacia delante por la inercia que llevaba».

«La aeronave quedó en posición invertida con la cabina y el semiplano derecho apoyados sobre el terreno y con daños en el borde de ataque y la punta del ala. El semiplano izquierdo había resultado fracturado en diversos fragmentos. El eje longitudinal de la aeronave quedó orientado a rumbo 90º, el motor de la aeronave y el panel de instrumentos de cabina se encontraba separado del resto de la aeronave y orientado a rumbo 120º. Las dos palas de la hélice se desprendieron», añade el documento.

La causa indubitada del accidente, la avispa

Con ello, el informe técnico concluye que el accidente se produjo después de que el piloto sufriese «una picadura en el ojo izquierdo», instantes después del despegue, al perder el control por un acto reflejo derivado «del dolor que sintió». 

Tras el accidente, el piloto, al ver que la radio estaba apagada, buscó su móvil, «pues no estaba seguro de que lo hubieran visto». No lo encontró e intentó salir, pero se vio atrapado entre los restos de la aeronave. El ruido de la colisión alertó al técnico de mantenimiento de la aeronave y a unos socios, y estos le socorrieron, resume el informe.

La inspección de la aeronave y del hangar no detectó con posterioridad la presencia de más avispas o nidos.

Una avioneta histórica

Se trata de una avioneta AISA I-11B (EC-BLX). Hay muy pocas en España, menos todavía que todavía puedan emprender el vuelo. Esta aeronave está asentada en Rozas, aeródromo que frecuenta habitualmente el herido, un piloto experimentado y con muchas horas de vuelo. Participó activamente en muchos encuentros de amantes de la aviación. Entre ellos, el XV Criterium Aeronáutico de Rozas, celebrado hace escasos meses. 

La aeronave se podría catalogar como de gran valor histórico. Es casi toda de madera, con una cabina baja y redondeada y un morro alargado.