Javier Aguirrezabalaga, cirujano: «Los tumores del aparato digestivo necesitan cirugía de gran precisión»

En el Hospital Quirónsalud A Coruña se han llevado a cabo las primeras cirugías de páncreas con el robot Da Vinci, que tiene indicación para cirugías complejas relacionadas principalmente con el área de la oncología y que en este caso han sido realizadas por el doctor Javier Aguirrezabalaga, cirujano general del Hospital Quironsalud A Coruña.

La cirugía robótica da Vinci es la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, en la que el cirujano controla manualmente los mandos de la consola que se encuentra en el quirófano de modo que de modo que el sistema transforma, de forma exacta, estos gestos en los movimientos de los brazos robóticos. El robot da vinci ofrece una mayor precisión quirúrgica, ofreciendo una visión nítida y ampliada hasta diez veces de las estructuras anatómicas del área donde se está interviniendo. En el cáncer de páncreas, la cirugía robótica puede utilizarse para extirpar tumores de manera más precisa, preservando así al máximo el tejido sano circundante y reduciendo la posibilidad de complicaciones.

—¿Cómo es una cirugía pancreática asistida por tecnología robótica? ¿En qué consiste?

—La duodenopancreatectomía cefálica consiste en la extirpación de la cabeza del páncreas, el duodeno, un pequeño segmento de estómago, la vesícula y la vía biliares para realizar una resección quirúrgica con márgenes oncológicos, es decir, además de la zona afectada por el cáncer, se elimina un borde de tejido sano alrededor. En una segunda fase, se procede a la restauración de la continuidad pancreática, biliar y digestiva, que se consigue reconstruyendo, uniendo y suturando varios tejidos, como el páncreas, la vía biliar y el estómago, con el intestino delgado.

—¿Qué ventajas tiene esta técnica con respecto a la cirugía tradicional?

—El principal beneficio de la cirugía robótica frente a la técnica convencional abierta o a la laparoscopia, es que añade mayor seguridad y precisión a la cirugía, los pacientes tienen menos dolor durante el postoperatorio, menor sangrado, una recuperación más rápida y menos días de hospitalización.

—¿Qué diferencias tiene con la cirugía laparoscópica convencional?

—La cirugía robótica es la evolución natural de la vía laparoscópica. La cirugía pancreática asistida por robot, al igual que la cirugía laparoscópica, se considera mínimamente invasiva. Ambas se realizan mediante pequeñas incisiones por donde se introduce el instrumental que trabaja con mucha más precisión. Sin embargo, el robot da Vinci, aporta una visión aumentada diez veces, mejorando la nitidez y siendo por tanto superior a la visión humana o a la calidad de imagen que presentan otros dispositivos de visión laparoscópica disponibles en el mercado. También ofrece a los cirujanos mayor destreza y precisión, lo que permite maniobras quirúrgicas exactas y proporciona la flexibilidad para realizar una gran variedad de intervenciones.

—¿En qué casos está indicada la duodenopancreatectomía cefálica?

—La duodenopancreatoctomía es un procedimiento quirúrgico complejo indicado, sobre todo, en casos de tumores localizados en el área de la cabeza del páncreas y duodeno. Debido a su dificultad, esta cirugía debe realizarse obligatoriamente en centros con un elevado volumen y experiencia en cirugía del páncreas, que cuenten con un equipo multidisciplinar experto en este tipo de intervenciones. Es necesario involucrar a especialistas en enfermería. Además, los anestesistas y ayudantes deben controlar muy bien el robot. Su manejo es altamente especializado, de manera que todo el personal implicado debe realizar un proceso de entrenamiento previo y un aprendizaje tutelado para sacar el máximo rendimiento al robot quirúrgico.

—¿Qué ventajas presenta con respecto a otros enfoques quirúrgicos para el páncreas?

—Los tumores del aparato digestivo cumplen las características necesarias para beneficiarse de las ventajas del abordaje robótico, ya que son cirugías complejas que necesitan la realización de suturas de gran precisión. Ofrece mayor seguridad y facilidad a la hora de realizar una cirugía mínimamente invasiva. Aunque no todos los casos son candidatos a la cirugía robótica, su aplicación irá en aumento, ya que cada vez hay más incidencia del cáncer de páncreas. En cirugía general y digestiva, las patologías que más se beneficiarán del robot da Vinci son el cáncer de recto, el cáncer de colon con linfadenectomías más amplias y las enfermedades del hígado y páncreas.

—¿Cómo es la recuperación tras la cirugía?

—La cirugía robótica es la técnica más sofisticada y avanzada del mundo en cirugía mínimamente invasiva disponible y conlleva innumerables ventajas respecto a la cirugía clásica. La recuperación del paciente es mucho más rápida y menos dolorosa. El principal beneficio de esta técnica quirúrgica es que, al añadir mayor seguridad y precisión a la cirugía, los pacientes tienen menos dolor durante el postoperatorio, menor sangrado, una recuperación más rápida y menos días de hospitalización.

—¿Qué relevancia tiene el enfoque multidisciplinar en el abordaje del cáncer de páncreas?

—El abordaje multidisciplinar en la cirugía del páncreas permite la excelencia tanto en el diagnóstico como en el tratamiento individualizado de los pacientes. A la cirugía robótica de páncreas hay que añadir el enfoque multidisciplinar que aporta la unidad hepatobiliopancreática del Hospital Quirónsalud A Coruña, al combinar la tecnología robótica con la experiencia de un equipo multidisciplinar de especialistas en oncología, cirugía, radiología, gastroenterología y otros campos relacionados la convierte en referencia para toda la comunidad gallega, que garantiza que el paciente reciba una atención integral desde la evaluación inicial hasta el seguimiento postoperatorio.

—¿Qué impacto tiene la cirugía robótica en el pronóstico de los pacientes en comparación con otros métodos de tratamiento?

—La cirugía robótica permite implementar la cirugía mínimamente invasiva en más pacientes y en más técnicas quirúrgicas, ampliada a otras especialidades. Las incisiones son más pequeñas, con mejores resultados estéticos, menor necesidad de transfusiones, menor dolor postoperatorio, menor tiempo de estancia en el hospital y menores tasas de complicaciones, con respecto a la cirugía convencional o laparoscópica.