En busca de una Estrategia Nacional frente a las Enfermedades Respiratorias

 AstraZeneca, junto a seis sociedades científicas y la federación española de asociaciones de pacientes respiratorios de España, ha presentado en el Parlamento Gallego un documento elaborado en el contexto del proyecto Respirar, una iniciativa multidisciplinar para construir una estrategia común en enfermedades respiratorias para el Sistema Nacional de Salud. En la reunión participaron miembros del comité motor y del comité de expertos de Respirar, así como el presidente del parlamento de Galicia, Miguel Santalices, miembros de la mesa del parlamento y de la Comisión de Sanidad, y de la Consellería de Sanidad. 

Las organizaciones participantes expusieron una guía de recomendaciones que se elevarán al ámbito político sanitario. El objetivo es tomar medidas enfocadas en mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades como el asma y la EPOC. Esta optimización será decisiva para tratar de lograr mejores resultados clínicos para los pacientes y contribuir, al mismo tiempo, a la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario. 

El impacto de la enfermedad respiratoria

Las enfermedades respiratorias afectan a un 25 % de la población en España¹ y suponen la tercera causa de muerte y de hospitalización a nivel nacional², por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores.

Entre las patologías del ámbito respiratorio, «tanto la EPOC como el asma representan una carga considerable para el sistema sanitario debido a su elevada prevalencia, a la necesidad de tratamientos continuos y a las frecuentes exacerbaciones que presentan los pacientes que las padecen, que en ocasiones requieren hospitalización. El tratamiento y la hospitalización de estos pacientes suponen un coste significativo para el sistema sanitario, y la recuperación puede ser prolongada, lo que también afecta a la productividad», explican desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). 

Más allá de la mortalidad, este tipo de enfermedades alteran el bienestar de las personas. «Las enfermedades respiratorias tienen un impacto significativo y multifacético en la calidad de vida de los pacientes. Estas patologías a menudo limitan la capacidad de los individuos para realizar actividades cotidianas, provocan fatiga crónica, disnea o dificultad para respirar y exacerbaciones frecuentes», señalan desde la SEPAR. 

En este contexto, la enfermedad puede derivar en consecuencias psicosociales como absentismo laboral o escolar, disminución de las actividades sociales o de ocio e, incluso, aislamiento. «Y todo ello, con frecuencia, afecta al estado anímico y emocional del afectado», sostiene Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER). 

Sostenibilidad en la atención respiratoria

A pesar de los avances en tratamientos innovadores, una gran parte de los pacientes están mal controlados y no consiguen aliviar sus síntomas. Dado que los pacientes con una EPOC mal controlada generan un exceso de huella de carbono, un abordaje terapéutico adecuado, guiado por el criterio clínico, es también más sostenible³.

El objetivo del proyecto Respirar es, en este sentido, reducir las tasas de infradiagnóstico en estas patologías, así como mejorar las estrategias de prevención y optimizar los tratamientos mediante un abordaje integral que priorice el criterio clínico para la elección de la medicación para cada paciente.

En este sentido, Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y de Acceso al Mercado de AstraZeneca España, ha destacado que en AstraZeneca «llevamos más de 50 años transformando el estándar de atención de los pacientes con enfermedades respiratorias, y uno de los elementos clave que nos ha ayudado a impulsar un cambio real es nuestra apuesta por la colaboración público-privada como la mejor forma de emprender en sociedad en favor de soluciones eficaces y duraderas que mejoran la calidad de vida de las personas. En línea con este objetivo, impulsamos estrategias como ‘Respirar' para mejorar la prevención y el diagnóstico precoz de las enfermedades respiratorias, medidas que supondrán una mejor atención para los pacientes, una mejora de la sostenibilidad y un ahorro para nuestro sistema sanitario».

Mejorar el diagnóstico es uno de los retos principales para poder controlar mejor la enfermedad. «Es frecuente que la presencia de síntomas como la disnea o la tos no se consideren signos de existencia de alguna enfermedad respiratoria, sino que se normalizan y se justifican por el tabaquismo, la falta de ejercicio, el estrés o la edad. Muchos pacientes fumadores, por ejemplo, no consultan esos síntomas con un médico porque consideran que es normal tenerlos por el hecho de fumar», observa Pastor.

Es por ello, señala Pastor, «que resulta urgente establecer un protocolo específico para el diagnóstico de enfermedades como la EPOC que incluya medidas para la detección precoz en personas de riesgo, así como la realización de espirometrías de valoración a las personas fumadoras, fumadores pasivos, o expuestas a productos de riesgo en sus puestos de trabajo».

Optimización del tratamiento

El tratamiento de los pacientes con asma y EPOC puede incluir en muchos casos el uso de inhaladores dosificadores presurizados (pMDI) que impulsan el medicamento hacia los pulmones⁴. Los inhaladores son una opción de dispositivo en el control de la enfermedad^5-8, sobre todo para ciertos grupos de pacientes, como los niños o las personas mayores con baja coordinación de la inhalación⁷, pacientes con bajo flujo respiratorio⁹ o situaciones de emergencia^9,10.

Estos inhaladores, aunque contienen gases fluorados, representan menos del 0,1 % de todas las emisiones de carbono en la Unión Europea³. Por esta razón, la búsqueda de soluciones sostenibles en atención respiratoria debe ir más allá de la elección del inhalador.

La evidencia sugiere que se deben priorizar otras variables a la hora de lograr una descarbonización en estas enfermedades. En este sentido, se ha demostrado que el seguimiento de las guías clínicas y la optimización de los tratamientos no solo mejora los resultados clínicos, sino que contribuye a reducir la huella de carbono del sistema sanitario³.

Teniendo esto en cuenta, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) recomienda que todas las acciones encaminadas a reducir la huella de carbono de los inhaladores pMDI se realicen de manera pausada, meditada, y sin poner en peligro a los pacientes¹¹. La prioridad es, entonces, optimizar los tratamientos para volverlos sostenibles. Se busca evitar el cambio de inhalador por motivos no clínicos, ya que supone un riesgo de deterioro de la enfermedad y podría promover una baja adhesión terapéutica¹¹.

El proyecto Respirar

«El panorama actual de las enfermedades respiratorias en España es preocupante y exige una atención prioritaria por parte de las autoridades sanitarias y la sociedad en general», expresan desde la SEPAR.

De las diez patologías que causan una mayor mortalidad en el mundo, cinco se producen en el ámbito respiratorio³. Entre ellas están el asma y la EPOC. En España, las enfermedades del sistema respiratorio supusieron en el 2023 la tercera causa de muerte y de hospitalización². Y las cifras de fallecimientos provocados por enfermedades respiratorias van en aumento: entre el 2022 y el 2023 (últimos datos publicados) fueron las que más aumentaron entre las enfermedades más frecuentes —las muertes por neumonía aumentaron un 17,1 % y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores un 2,6 %—².  

«Según datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022, estas enfermedades constituyen una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en nuestro país, con un impacto significativo tanto en la calidad de vida de los pacientes como en la sostenibilidad del sistema sanitario», refiere la SEPAR.

A pesar del importante número de pacientes afectados, y considerando el impacto económico y sanitario que suponen estas enfermedades en nuestro país, no hay, hasta la fecha, un plan que contemple un abordaje coordinado para el conjunto del Sistema Nacional de Salud que atienda a las necesidades de las personas que padecen patologías respiratorias. Esto es lo que se busca construir a través del proyecto Respirar.

La iniciativa nace de la coorganización de AstraZeneca, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el Grupo de Respiratorio en Atención Primaria (GRAP), la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) y la Federación Nacional de Pacientes de Enfermedades Respiratorias (FENAER). Las entidades buscan, además de la prevención, incrementar la eficacia a la hora de identificar y tratar a los pacientes.

Para cumplir con esos objetivos, esta iniciativa cuenta con un panel compuesto por profesionales de diferentes disciplinas. «Esta estructura refleja la importancia de abordar las enfermedades respiratorias de manera multidisciplinar, que permita entender las necesidades de estos pacientes desde todos los ángulos posibles», explica el doctor Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Princesa y director científico de Respirar.

Este plan tiene varios puntos clave. «Primero, la prevención y promoción de la salud, fomentando hábitos de vida saludables y desarrollando campañas de prevención del tabaquismo. Segundo, es necesario mejorar las tasas de diagnóstico de enfermedades a través de programas de cribado y formación específica para los profesionales de salud. Tercero, asegurar que todos los pacientes reciban el tratamiento adecuado basado en las últimas evidencias científicas. Cuarto, impulsar la investigación en enfermedades respiratorias para desarrollar nuevas terapias y mejorar las existentes, así como para comprender mejor los mecanismos de estas enfermedades y encontrar soluciones más efectivas. Finalmente, la atención multidisciplinar y centrada en el paciente es esencial», detalla la SEPAR.

Un plan que tenga en cuenta todos estos puntos «supondría beneficios para los pacientes, como el diagnóstico e intervención de estas patologías en fases tempranas, la reducción de las altas tasas de infradiagnóstico, la mejora de la adherencia al tratamiento y respuesta inmediata ante las exacerbaciones o crisis de agudización de estas enfermedades», señala Mariano Pastor.

Próximos pasos

Tras la creación de un Plan Nacional en Enfermedades Respiratorias, el objetivo de Respirar es que estas estrategias puedan posteriormente concretarse en planes asistenciales para implementar a nivel autonómico, contando con una mejor coordinación entre los profesionales en los distintos niveles de atención médica en cada región.