Viernes, 22 de Agosto 2025, 09:19h
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No sé ustedes, pero últimamente tengo la sensación de que se me están sulfatando las meninges. Temprano en la mañana, por ejemplo, cuando me levanto y me sumerjo en el periódico, a veces tengo que leer dos y tres veces cada noticia para entender qué rayos dice. A medida que mi cerebro despierta (mira que le cuesta, cada vez se le pegan más las sábanas), parece que entiendo algo mejor lo que tengo delante, a menos que el texto sea en inglés (y no digamos en francés). Entonces el sulfatado de las meninges se hace más evidente porque a la dificultad de que mi coco funciona al ralentí se suma otra. Los usos de los idiomas cambian tanto y a tal velocidad que, a estas alturas de la vida, cuando se trata de otra lengua, me resulta mucho más fácil entender a un autor de siglo XVIII –y no digamos del XIX– que a uno actual.
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