Viernes, 06 de Junio 2025, 10:07h
Tiempo de lectura: 3 min
Como tengo fama de tecnófobo o ludita, son muchas las personas que me cantan las loas de la inteligencia artificial, como si quisieran tentarme. Pero tratar de tentarme a mí –un tipo que escribe a mano novelas de mil seiscientas páginas– con novedades tecnológicas es como tratar de tentar al marqués de Bradomín con el amor de los efebos.
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