Asistentes de voz Alexa, Siri, Bixby... ¿Hemos metido a un espía en casa?

Cada vez que le pregunto algo o le pido cualquier cosa al altavoz inteligente que me han regalado pienso en mi abuela Lucrecia, que pasó sus últimos años delante de la ‘caja tonta’. Le devolvía el saludo al presentador del Telediario con un coqueto: «Buenas tardes, guapetón». Y, sentada en su sillón y sin dejar de coser, se despedía del ‘hombre del tiempo’ con un «gracias, majo, me abrigaré» cuando anunciaba un descenso de las temperaturas.
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